La LFP obliga a eliminar los 'colorines' de la publicidad, que será toda uniforme

En el caso del Real Zaragoza, los anuncios que haya en cualquier punto de La Romareda deberán exhibirse solo en blanco y azul.

Panorámica de un tramo de tribunas de La Romareda actual, llena de publicidad con diferentes colores, de acuerdo a los logos y tonos oficiales de cada uno de los patrocinadores y sus marcas comerciales.
Panorámica de un tramo de tribunas de La Romareda actual, llena de publicidad con diferentes colores, de acuerdo a los logos y tonos oficiales de cada uno de los patrocinadores y sus marcas comerciales.
Oliver Duch

La Liga de Fútbol Profesional (LFP), ente patronal que organiza y controla todos los ámbitos del fútbol de Primera y Segunda División en España, va a poner en marcha este verano una nueva norma obligatoria para los clubes, relativa al cromatismo de la publicidad que se exhiba en sus respectivos estadios. En resumen, el lema es que "se acabaron los colorines" en las bandas, los vomitorios, los espacios aterrazados, los marcadores, las diversas vallas...

La publicidad de La Romareda, por fuerza, deberá diseñarse por las marcas en dos únicos colores (bicromo): el blanco y el azul, los que porta el club zaragocista en su primer uniforme. Las marcas, los diversos patrocinadores, estarán imperiosamente forzados a buscar esta alternativa y a dejar de lado sus colores corporativos, sus logos particulares por más identificativos que puedan resultar por tradición o costumbre.

Manda la televisión. Porque, en efecto, este nuevo mandato de la LFP se circunscribe en lo que se denomina 'Reglamento de Televisión', que todos los clubes profesionales asumieron a lo largo de los últimos meses a instancias de la Liga. Por ello, el efecto visual de La Romareda en lo sucesivo dejará de tener puntos rojos, amarillos, verdes, negros, rosas, violetas, grises, marrones, dorados, plateados... todo será o azul o blanco.

Falta saber si esto también afectará algún día a las botas de los futbolistas, últimamente llenas de matices fosforescentes y dispares; o tal vez a los trajes que deban portar los entrenadores; o a las camisetas de los porteros; o a las gorras de los empleados; o a la indumentaria de los medios de comunicación; o quizá también al tono de los abrigos masculinos y femeninos en los meses de invierno (el balón ya se cambia hace varios años). Es posible que todo acabe llegando e ir al fútbol tenga reglamentos que, en determinados lugares de ocio, hace largo tiempo imperan: "Prohibido entrar con zapatillas de deporte o calcetines blancos". Es el fútbol moderno. El fútbol negocio. Cada vez más lejano a sus raíces. Será lo que diga la televisión, lo que mejor dé en cámara.

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