Íñigo Eguaras, futbolista del Mirandés, es la primera pieza elegida por Lalo Arantegui para comenzar a edificar el nuevo centro del campo del Real Zaragoza. Su incorporación se encuentra ya en la fase final, después de que el futbolista, cuyo contrato en el Mirandés vence el próximo 30 de junio, haya valorado positivamente la propuesta presentada hace unas semanas por el club aragonés. Una oferta que podría ser de tres temporadas, según fuentes cercanas al futbolista.

De no mediar ninguna circunstancia imprevista que rompa las posturas acordadas ya entre todas las partes, Íñigo Eguaras se convertirá, a partir de la próxima semana, en uno de los cuatro jugadores con los que el director deportivo del Real Zaragoza, Lalo Arantegui, tiene muy encarriladas sus contrataciones: el lateral izquierdo Ángel Martínez y el lateral derecho Alberto Benito, ambos procedentes del Reus, y el defensa central suizo-italiano Simone Grippo, del Vaduz de la primera categoría de Suiza. Todos ellos, incluido Eguaras, finalizan contrato con sus respectivos clubes el próximo 30 de junio, por lo que firmarán con el Real Zaragoza en propiedad, como agentes libres, una vez que, como se espera en el club, se concreten sus fichajes a partir de la próxima semana.

Estos cuatro futbolistas abren el mercado del Real Zaragoza de cara a la próxima campaña y sientan las bases de la futura plantilla. Tal y como era la intención de Lalo Arantegui, el equipo ya tiene una primera avanzadilla de incorporaciones en ese objetivo de llegar al inicio de la próxima pretemporada con buena parte de la plantilla confeccionada.

Eguaras: un gestor del juego

Íñigo Eguaras ha sido la luz principal en la oscura temporada del Mirandés. Acaba de cumplir 25 años y es un futbolista con experiencia en la categoría: una temporada en el Sabadell y las dos últimas en el Mirandés, donde, como timonel, se ha confirmado como uno de los mediocentros más finos y cerebrales de Segunda.

Es un gestor que destaca por su lectura del juego, su rapidez mental y su capacidad para distribuir el fútbol. También posee un golpeo notable desde posiciones lejanas. El aficionado zaragocista con buena memoria quizá recuerde el soberbio golazo que marcó en La Romareda en enero de 2016 con el Mirandés: una volea desde 35 metros, con su pierna menos hábil, la zurda, tras un rechace de la defensa, que perforó la portería del fondo sur del estadio aragonés. En las dos últimas campañas con el club burgalés, ha promediado cuatro goles y cuatro asistencias.

Eguaras, nacido en Ansoáin (Navarra), se formó en Lezama, en la cantera del Athletic Club, pero la abundancia de jugadores de su perfil posicional –como Iturraspe o Erik Morán– le cerró el paso, en una época, 2014, en la que el Barcelona estudió su incorporación para su filial, dadas las características de su fútbol como mediocentro de posición.