"La fortuna de La Romareda es que solo me quedan dos partidos en el Zaragoza"

César Láinez reconoció que su equipo no fue superior al Rayo y lamentó que dejara escapar la victoria al final.

Láinez, durante el partido de ayer en La Romareda.
Láinez, durante el partido de ayer en La Romareda.
GUILLERMO MESTRE

Hasta en dos ocasiones lo repitió César Láinez, con un discurso claramente enfocado a cargarse de la responsabilidad de lo que le sucede al Zaragoza en los últimos partidos. Un modo de ponerse en el centro de una diana que quizá no le corresponda: "La fortuna que tiene La Romareda es que solo me quedan dos partidos al frente del Real Zaragoza", dijo dos veces Láinez, una frase que encierra los nervios propios de la situación del equipo y de su incapacidad para cerrar los partidos. También la impotencia de un entrenador al que, como a sus predecesores Luis Milla y Raúl Agné, la fisonomía de la plantilla ha acabado arrinconándolo en el banquillo.

La intervención de Láinez fue dura y muy autoinculpatoria. "Soy el máximo artífice de que el Real Zaragoza no siga ganando los partidos. Soy el que toma las decisiones, el que hace los cambios, el que da el once inicial...", apuntó. "Aquí el culpable soy yo", repitió el técnico del equipo aragonés.

Al técnico se le cuestionó sobre la reacción del público y sus protestas contra los dirigentes. César Láinez no pisó ese charco y lo esquivó dialécticamente: "Yo no soy quién para juzgar la situación de la directiva", señaló el entrenador. "Estoy para juzgar mi situación personal, y como os digo, la fortuna que va a tener la Romareda es que solo me quedan dos partidos al frente del Real Zaragoza", insistió por segunda vez, visiblemente molesto por lo acontecido en el desenlace de un partido en el que Láinez consideró que su equipo no desplegó un juego para ganar y ser superior al Rayo Vallecano. "El empate, por merecimiento, era lo más justo. En cuanto a ocasiones creo que hemos tenido las mismas. Lo más justo es el empate, pero la justicia no existe, la eficacia sí. Hemos vuelto a sucumbir al final y en los minutos de descuento, algo que no me parece normal como exjugador", indicó, recalcando un problema recurrente esta temporada, sobre todo en la segunda vuelta, periodo en el que el Zaragoza ha dejado escapar numerosos puntos en los tramos finales de los encuentros.

"Si encontrara la solución se la pondría, porque a nadie nos gusta irnos como nos hemos ido hoy", explicó César Láinez. "Los cambios son tres, tratamos de arreglar el equipo, pero evidentemente no soy capaz, porque al final siempre empata el equipo contrario", añadió el entrenador del Real Zaragoza, intentando encontrar una explicación que no termina de llegar. "No entiendo que esas ventajas, ese último minuto, ese miedo a acabar en campo contrario... Esas decisiones nos han costado demasiados puntos", reconoció.

Láinez también trató los cambios y el enfado de Lanzarote en su relevo: "Lo tenía que cambiar y me parece normal que se vaya enfadado porque no ha hecho el partido que él deseaba y necesitábamos ayudas en banda. Feltscher necesitaba apoyo a nivel defensivo".

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