"Vamos a intentar ganar, si se puede, y si no, un empate"

Rubén Gracia 'Cani' habló antes de subir al autobús rumbo a Oviedo. El hombre que está en el recuerdo de todo el zaragocismo, por aquel partido que protagonizó siendo un chaval en 2003, enmarcó en última instancia, como final de una nerviosa semana, la importancia que tiene esta vez la cita en el Carlos Tartiere.

Entonces, hace 14 años, el Real Zaragoza fue allí para reconducir su camino al ascenso a Primera División ante un Oviedo apurado, que acabó bajando a Segunda B. Ahora, en 2017, la tortilla está del revés. Es el cuadro asturiano el que pelea un puesto en la promoción de ascenso, mientras que el equipo blanquillo bracea desesperadamente para lograr llegar a la orilla de la permanencia y evitar una catástrofe imprevista en cualquier pronóstico.

"Los dos equipos nos jugamos mucho, pero lo de ellos es más bonito. Lo nuestro es más peligroso", remarcó Cani.

"Vamos a salir al campo sabiendo de la importancia de estos 3 puntos, por lo que intentaremos ganar, si se puede... y si no, traer un empate", advirtió el jugador zaragozano, dejando claro que el Real Zaragoza acude a Oviedo con la consigna clara de puntuar. Cómo y lo que sea. Todo menos perder.

A estas alturas, cuando se disputan ya los últimos 12 puntos de la liga, la cuestión es añadir puntos al balance final. Según sean los resultados de los muchos implicados en el descenso a Segunda B, la victoria del Real Zaragoza podría ser casi definitiva para respirar. El empate que nombra Cani, podriá ser muy útil a corto plazo. Pero... el riesgo de una nueva derrota quita el sueño incluso al más optimista. Y es que se acabó el tiempo de rectificaciones. No queda espacio para reparar patinazos graves. 

"Prácticamente, podríamos estar salvados esta jornada si ganamos en Oviedo. Además, los demás rivales tienen partidos difíciles. Por eso, hemos hablado durante toda la semana que es un partido importantísimo para el Real Zaragoza", indicó con solemnidad el de La Paz.