El Real Zaragoza juega indirectamente en los otros 10 partidos

Además de su duelo en Oviedo, la dificultad del camino que reste a los zaragocistas depende de los marcadores del resto de la 39ª jornada.

César Láinez sube al autobús antes de partir hacia Oviedo.
El Real Zaragoza juega indirectamente en los otros 10 partidos
Aránzazu Navarro

No tiene desperdicio. La 39ª jornada es para el Real Zaragoza un cocido completo. Sirve todo. En cualquier partido hay sustancia y alimento para sus apetencias de permanencia, de evitar líos el último día en pos de eludir del descenso a Segunda B. Los de Láinez no solo juegan su crucial choque en el Carlos Tartiere en la noche del sábado (21.00). También lo hacen, en la distancia, en los otros 10 enfrentamientos.

De entrada, al final de este viernes, se disputan dos envites de alta trascendencia, ambos en Madrid. Uno el Rayo Vallecano-Nástic de Tarragona, donde los catalanes tienen el valor estratético de ser quienes marcan ahora mismo la cota del descenso, pues ocupan el 19º puesto con 43 puntos (4 menos que el Zaragoza). Ni que decir tiene que el mayor interés para los aragoneses gira sobre una victoria vallecana (que además son los próximos en visitar La Romareda, lo que calmaría la situación de los rayistas y rebajaría notablemente la incandescendia del choque del próximo domingo en terreno de juego zaragozano).

El otro es el Getafe-Elche. Los alicantinos son los terceros por la cola, antepenúltimos con 42 puntos. Ahí también es de máxima importancia que el Elche no gane a un Getafe que es 3º y pugna por conservar la mejor posición de cara a la promoción de ascenso a Primera.

Ya en los horarios del sábado, el UCAM Murcia-Huesca tiene en liza a los murcianos, otro de los adversarios que circulan por detrás del Real Zaragoza, con 45 puntos (2 menos que los blanquillos). Al margen de la cuestión de paisanaje, es de suprema relevancia que los oscenses sean capaces de dejar sin puntuar a los locales en La Condomina.

El Girona-Alcorcón tiene a los madrileños como referencia a seguir por los zaragocistas. Los amarillos son, junto al Nástic, los que marcan el ras de la muerte con 43 puntos (están fuera puntualmente por el puntual factor del 'golaverage'). Es decir, que el Real Zaragoza hará fuerza por que los gerundenses logren un triunfo que, por otra parte, los acercará, de producirse, a Primera División de manera directa de forma casi determinante.

En el Reus-Sevilla Atlético, aunque con menor valor a corto plazo, también importa lo que hagan los catalanes. El equipo reusense, con 48 puntos (uno más que el Real Zaragoza), aún está en el barullo y no cabe descartar que el último día aún pudiera estar en las cábalas. Por eso, un triunfo sevillista ayudaría a los zaragocistas en la carambola a muchas bandas que puede gestarse.

Nada hay que explicar del valor del Mallorca-Almería. Un duelo directo por lo más bajo. El Mallorca tiene 39 puntos (8 menos que los zaragozanos) y es penúltimo. O gana, o se muere anticipadamente. El Almería es de los que viene nadando fuerte para salir del remolino letal, está en la 17ª escalera de la tabla, con 45 puntos, también por detrás de los de Láinez. Aquí, el marcador ideal sería el triunfo balear, para frenar a los andaluces en su huida y sin repercusiones serias en los números del Real Zaragoza, al que la baja posición mallorquina apenas inquieta.

En el derbi andaluz, Cádiz-Córdoba, se repite el perfil de un encuentro entre uno de la parte alta, los gaditanos, y otro de los desesperados de abajo, los cordobeses, que tienen 45 puntos (2 menos que el Real Zaragoza). El diagnóstico es obvio: todo el zaragocismo es esta vez del Cádiz, que ha de ser capaz de dejar sin puntuar a los blanquiverdes califales.

También el sábado se dirimirá el Tenerife-Levante, es decir, 4º contra 1º. A primer golpe de vista, este sería el único choque sin incidencia directa en la problemática vida del Real Zaragoza. Pero es falso. No es un partido tangencial. Al contrario, ahí asoman los tinerfeños, en pleno combate por hacerse con una plaza en la promoción de ascenso a Primera, que justamente acabarán la liga en 11 de junio... en La Romareda. Y al Real Zaragoza le interesa que, para ese día, por lo que pueda pasar, los isleños lleguen al estadio zaragozano sin demasiada presión por ganar. A ser posible, con sus deberes ya hechos. Así que, si en las tres jornadas previas a ese colofón el Tenerife apuntala su lugar en cabeza, mucho mejor. O sea, interesa que este fin de semana ganen al virtual campeón valenciano para continuar en su trayectoria exitosa. Ahí está la importancia de este cruce.

Y para el domingo, la traca final. Mirandés-Valladolid, donde los burgaleses, colistas con 36 puntos (a 7 de la salvación) han de ganar para no fenecer prematuramente. Eso, dado que tienen hasta el final más duelos directos con rivales del grupo de histéricos que acompaña al Real Zaragoza, es fundamental para que los de Miranda de Ebro sigan vivos y con estímulos enervados por seguir buscando las victorias hasta el último día. No interesa que se desconecten.

Por último, se jugará el Numancia-Lugo. Los sorianos, con 48 puntos (solo uno más que los zaragocistas), todavía no pueden cantar victoria. Y los gallegos, con 49, tampoco hacen aún el arqueo de caja. Si el cuadro numantino patinara seriamente, sería otro más en el saco de los problemas en las tres últimas jornadas. Una bola más en el loco billar a veinte bandas que se prevé en las próximas tres semanas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión