Ángel y Samaras no se entrenan… y Casado, de calle, se va a casa

Ni Ángel Rodríguez ni Georgios Samaras se entrenaron en la lluviosa mañana de este jueves en la Ciudad Deportiva. Ambos, calzados con zapatillas de deporte (y no con las botas de tacos) cuando la plantilla acudió al inicio de la sesión preparatoria a la sala de vídeo ya advertían de alguna anomalía que media hora después se confirmó: los dos delanteros útiles de la primera plantilla, ya que Dongou está operado e, incluso antes, Láinez no contaba ya con él, se quedaron en el vestuario y no se incorporaron al trabajo del grupo.

Además, el lateral Jorge Casado fue la tercera ausencia llamativa del día. El zurdo madrileño ni siquiera se cambió con ropa de deporte y acudió al vídeo ataviado con ropa de paisano. A la conclusión de esa parte teórica ante la pantalla de proyecciónes, Casado montó en su coche y se marchó a casa. El club aún no ha hecho público el motivo de esta baja.

De este modo, apenas un día antes de viajar a Oviedo en autocar para afrontar el vital partido de la 39ª jornada en el Carlos Tartiere, la normalidad se rompe en el seno del equipo zaragocista. Por encima de cualquier otra cuestión, que Ángel no trabaje de manera ordinaria a fecha jueves supone, inevitablemente, que las alarmas se enciendan. El goleador del Real Zaragoza, principal sostén de solvencia en los últimos dos meses de dificultades, es pieza clave en el bloque de Láinez, como es universalmente sabido y reconocido. Si, además, Samaras no estuviera en las debidas condiciones para tener minutos de calidad en Oviedo, el apartado ofensivo del equipo se vería seriamente menoscabado.