Urko Vera, la amenaza mirandesa tres veces deseada por el Zaragoza

Urko Vera Mateos es el delantero centro tanque del Mirandés. Con su 1,91 de estatura y su potente musculatura, el vizcaíno de Baracaldo, de 29 años, es este domingo una de las tradicionales amenazas para el Real Zaragoza (junto al también vasco Guarrotxena), pues en tiempos pasados ha solido ver puerta con cierta facilidad frente al cuadro aragonés. El aspecto singular que rodea a la figura del gigante Urko en este crucial duelo en el campo de Anduva es que, desde noviembre de 2015, ha sido objeto de deseo para ser fichado por el Real Zaragoza, hasta en tres mercados diferentes. Claro está, sin que jamás hubiera un acuerdo final para que este delantero acabara llegando a La Romareda.

El primero en echar las redes para incorporar a Urko Vera al Real Zaragoza fue Ángel Martín González, cuando estaba al frente de la dirección deportiva blanquilla. En noviembre de 2015, camino del mercado invernal del curso pasado (en el que el ejecutivo acabaría despedido), se abordó el reclutamiento del ariete desde el Jeonbuk de Corea del Sur, donde jugaba entonces y con el que negociaba su desvinculación. Se buscaba un '9' diferente y había un hueco para fichar con antelación a causa de la grave lesión de rodilla de Wilk en Girona (la primera). Ni llegó Urko Vera ni continuó Alfredo Ortuño, pues al llegar el nuevo director deportivo, Narciso Juliá, y traer de su mano con vitola de pieza importante al camerunés Dongou, el murciano se marchó al Mallorca. Urko Vera acabó fichando por el Osasuna, con el que ascendió simbólicamente a Primera División en la promoción.

El pasado verano, el Real Zaragoza aguantó hasta el final del mercado de agosto para ver qué sucedía con los arietes. Al Real Zaragoza acabó viniendo el último día, cedido desde el Sevilla Atlético, el joven punta Juan Muñoz, de paso fugaz por tierras aragonesas. Pero dos semanas antes, Juliá tanteó a Barreiro (entonces en el Alavés y ahora en el Nástic), repitió con Urko Vera y negoció asimismo con Kike Sola, del Athletic de Bilbao (acabaría en el Getafe y, rebotado, ahora está en el Numancia). Urko Vera se decantó finalmente por el Huesca, donde únicamente estuvo en nómina hasta el pasado escaparate de enero.

Ahí, en el zoco invernal, una vez más, los hilos de contacto entre el entorno del jugador y el Real Zaragoza tuvieron conexión cuando se supo que iba a decir adiós al Huesca y el equipo blanquillo buscaba delanteros a discreción (luego hubo que esperar al mercado del paro para traer a Samaras, ya con febrero en marcha). Esta vez, el enamoramiento fue mucho más fugaz y Urko Vera volvió a Miranda, donde había cuajado su mejor temporada en la liga 2014-15, en la que anotó 20 goles en 40 partidos.

Y ahí está. Y ahí se lo vuelve a encontrar el Real Zaragoza como rival venenoso dispuesto a amargarle la tarde. Sin duda, un caso curioso el de este futbolista con la entidad zaragocista en el último año y medio natural.