Samaras, mejor, pero sin sitio como titular

El internacional griego, fichaje estrella del mercado invernal, encara su tercer mes en el Real Zaragoza sin apenas participar. Láinez actualiza su estado.

Samaras intenta controlar un balón presionado por Feltscher en un ensayo.
Samaras intenta controlar un balón presionado por Feltscher en un ensayo.
Aránzazu Navarro

Georgios Samaras culmina su 11ª semana como zaragocista. Casi tres meses desde su impactante fichaje, ya con el mercado invernal cerrado, procedente del escaparate de jugadores en paro. El internacional griego, que levantó una inusitada expectación entre la afición a su llegada que se ha ido aplacando inexorablemente con el transcurrir de los días, solo ha participado anecdóticamente en tres breves ratos de otros tantos partidos: 16 minutos en su debut ante el Nástic de Tarragona, 9 frente al Sevilla Atlético y 3 contra el Valladolid, los tres en La Romareda. Un total de 28 minutos, sin sustancia alguna que extraer de ellos en días de dos derrotas y un empate.

A César Láinez se le volvió a preguntar por el estado de Samaras en la previa del viaje a Miranda de Ebro. Tres meses es justo el doble de una pretemporada ordinaria y, obviamente, el asunto del delantero heleno sigue generando curiosidad mientras siga siendo uno de los miembros de la plantilla zaragocista y, aún más, siga yendo convocado partido tras partido pese a su escasísima aportación real al equipo. Y el entrenador aragonés actualizó, a 21 de abril y con cierta sorna, el estado de las cosas respecto del veterano internacional con Grecia.

"Hombre, a ver... tenemos un problema y es que solo nos dejan jugar con 11 jugadores. Es complicado. Además, cuando la Liga no nos deja hacer tres cambios. Me gustaría proponer a la Liga que, teniendo a Samaras, nos ampliaran los cambios a cinco. Evidentemente, es complicado. Mucho más con el lastre físico que llevamos como equipo, pues en varios partidos, siempre salimos con dos o tres cambios casi asegurados desde la caseta, desde el inicio", describió en absoluta onda irónica César Láinez.

Tras una invisible inflexión, el entrenador cambió el tono por la seriedad. "Es sí, estoy contentísimo con su trabajo, con su labor. Esperemos y deseemos ver al Samaras que todos hemos visto (en años anteriores, en su época de apogeo). Pero, al final, él venía con un lastre importante, con poca continuidad y con poco trabajo. Ahora está ya al nivel del grupo, pero... ¿a quién quito? ¿A Lanzarote? ¿O a Pombo? Cuando las cosas se están haciendo bien, el que no juega tiene que seguir esperando para, cuando le toque entrar, mejorar lo que estaba antes", razonó Láinez para cerrar el asunto... por ahora.

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