La racha del Real Zaragoza de Láinez lo ubica 2º en la tabla en el último mes

Sus 8 puntos en los últimos cuatro partidos solo los mejora el Getafe (lleva 10 de 12). Así llega al campo del Mirandés, que solo lleva 3 en este tramo.

Los futbolistas del Real Zaragoza celebran la consecución el 1-0 ante el Mallorca, marcado por Ángel cerca del descanso en el último partido.
La racha del Real Zaragoza de Láinez lo ubica 2º en la tabla en el último mes
Raquel Labodía

En la actual Segunda División, cuando un equipo que no está en la cabeza de la tabla es capaz de hilvanar cuatro jornadas seguidas sin perder, puntuando por lo tanto, y entre ellas hay dos victorias, el repunte puntal de sus constantes vitales es sobresaliente y salta a la vista de inmediato. Es el caso del actual Real Zaragoza. En el último mes, en los últimos cuatro partidos, los aragoneses han logrado esa preciosa dinámica. Justo coincidiendo con el cambio de entrenador, con el despido de Raúl Agné y la llegada, desde el filial, del tercer técnico del curso, César Láinez.

El Real Zaragoza ganó 0-3 en Elche en el debut del exportero canterano. Empató 1-1 con el Valladolid en casa, 2-2 en Almería. Y volvió a salir triunfador el último día en La Romareda, 1-0 frente al Mallorca. La cosecha es de 8 puntos de los últimos 12. Un grado de solvencia puntual que lo ha sacado del pozo de la clasificación, en donde tonteaba seriamente con las plazas de descenso a Segunda B, y lo ha alejado sensiblemente de ese riesgo letal. Un impulso necesario que, en ese tramo de un mes natural, solo ha sido mejorado por el Getafe (4º clasificado y durante medio torneo siempre en puestos de promoción de ascenso a Primera), que ha sumado 10 puntos -a base de tres triunfos y un empate- en dicho periodo parcial.

La victoria inicial de esta racha positiva, la de Elche, sirvió únicamente para frenar la caída al vacío, que era a toda velocidad. Cuando aquel partido comenzó, a cola de jornada (las 20.30 del domingo), solo 2 puntos separaban al Real Zaragoza del descenso (tenía 35 y el Alcorcón se había colocado con 33). Aquello fue un flotador para expresar hacia afuera que aquel equipo tenía vida dentro, pese a las muestras de asfixia de las jornadas previas, las últimas de Agné.

El empate posterior en casa contra el Valladolid fue agridulce. Mezcló, por un lado, los destellos de mejoría en el juego con el nuevo fiasco en casa (no se logró ganar, un vicio que venía desde enero) y, por otro, el retroceso en la clasificación provocado por las victorias al unísono del Alcorcón, Rayo Vallecano, Almería y Córdoba, cuatro de los de atrás, que ese fin de semana se pusieron de acuerdo para reaccionar de 3 en 3. Al renovado Zaragoza no se le lució su parcial de 4 de 6 y la reacción real en la tabla no se dio. Al contrario, el descenso volvió a acercarse a 4 puntos, tal y como lo había recogido Láinez de Agné en el momento de la herencia.

La igualada en Almería, el tercer partido en condición de invictos con la batuta ilusionante de César Láinez, generó el mismo efecto difuso. Primero, porque no sentó bien sumar solo un punto un día en el que a los 6 minutos el Real Zaragoza ganaba 0-2 en casa de un rival directo, en una verdadera 'final' por lo más bajo de la tabla. Y, segundo, porque ese punto solo rindió réditos conservadores, no amplió distancias y simplemente tuvo un uso de mantenimiento, en las mismas circunstancias previas a la jornada.

Ha tenido que llegar la cuarta fecha consecutiva sin perder, obrando esta vez un triunfo vital ante otro adversario de la zona baja, para que a Láinez y al remozado equipo zaragocista se le luzca su notable dinámica positiva. Así es de traidora la Segunda División actual, mucho más cuando se habita en sus sótanos y se debe huir del peligro mortal. Las rachas han de ser largas, continuadas, para que se sientan y se observen de veras en los diagramas.

Ese es el mérito del Real Zaragoza de finales de marzo a finales de abril. Cuando más lo necesitaba, cuando más resquemores despertaba, ha sido capaz de reaccionar pese a sus defectos y carencias.

Y ahora llega la quinta estación. En Miranda. En casa del último. Del peor en 34 jornadas. Un Mirandés cianótico, que de no ganar al Real Zaragoza este domingo en Anduva tendrá el pasaporte a Segunda B escriturado a su nombre con casi toda seguridad. Ha de andarse con cuidado el equipo de Láinez y no fiarse. Además del perfil tradicionalmente aguerrido del rival burgalés, de la estructura difícil de digerir por los zaragocistas del pequeño campo de los rojinegros, también cabe acudir a la estadística del Mirandés en el mismo tramo que tanto ilusiona del Real Zaragoza, el del último mes.

Ahí, el CD Mirandés no es el colista. Hay cinco peores que él (UCAM Murcia, Reus, Mallorca, Alcorcón y Elche). Los rivales de este domingo del Real Zaragoza han logrado 3 puntos en las últimas cuatro jornadas. Cierto es que acumulan 3 derrotas... pero ganaron un partido y fue el último en ese escenario de Anduva, por 2-0 al Alcorcón. Ése es su último recuerdo en su casa. El que más debe analizar y prevenir el Real Zaragoza en su mejor racha de la temporada en cuatro jornadas. Un interesante duelo de consecuencias muy relevantes para los dos equipos... en el caso de que los de Láinez prosigan con el viento de cola.

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