El partido de Miranda, tratado como "una final" por el vestuario zaragocista

El Real Zaragoza quiere culminar el repóquer de partidos bajo la batuta con César Láinez con un triunfo en Miranda de Ebro que, tras la racha de cuatro jornadas seguidas sumando (8 de 12 puntos en este último mes de resurrección en la clasificación), significaría el colofón a una remontada hacia la tranquilidad en la tabla después de atravesar una grave crisis que asomó al equipo al abismo de Segunda B.

Edu García, portavoz del grupo este jueves, subrayó la importancia que se le da en la caseta a este envite en el pequeño campo del actual colista de la categoría, el CD Mirandés: "Para ellos es una auténtica final, porque puede ser una de sus últimas opciones para engancharse a la salvación. Pero para nosotros también lo es, y así la vamos a afrontar. Vamos a dejarnos el alma sobre el césped", admitió el centrocampista aragonés en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva.

El canterano ha puesto de manifiesto el renacimiento anímico que ha experimentado la plantilla del Real Zaragoza tras la marcha de Raúl Agné y la llegada, en una maniobra ya a la desesperada, del tercer entrenador del curso, César Láinez. Los efectos del relevo, consumados desde entonces con dos victorias (0-3 en Elche y 1-0 el último fin de semana ante el Mallorca) y dos empates (1-1 con el Valladolid, y 2-2 en Almería) y ostentando la condición de invicto en las últimas cuatro jornadas que, de no ser así, podrían haber hundido al cuadro zaragocista en el pozo del descenso, han hecho recuperar la autoestima a un grupo que viene tocado desde el inicio de la liga, cuando el primer técnico era Luis Milla.

"Puntuar cuatro domingos seguidos en una categoría tan igualada como es la Segunda División te hace dar un salto en la clasificación. Ahora hemos ganado en tranquilidad, pero sabemos que no podemos relajarnos. Ganar al Mirandés, sí que nos daría ya mucha tranquilidad para acabar bien la temporada", apuntó Edu García para dar al choque de Miranda de Ebro el verdadero valor que tiene.

El jugador zaragozano, con sus propios razonamientos, ha evidenciado la fractura que vivía el vestuario con el anterior técnico, Agné, en aquellas semanas negras que llevaron al equipo a la 16ª posición, a tiro de los equipos que ocupaban los cuatro últimos puestos en la clasificación. "César Láinez ha traído aire fresco y zaragocismo y todo el mundo ha demostrado compromiso para ayudar al equipo en los momentos difíciles. Esto es un punto positivo en un año tan complicado para nosotros", dijo el '11' blanquillo, para quien el modo de jugar que ordena Láinez desde hace un mes tiene matices tácticos más sugerentes desde el punto de vista de los futbolistas: "Ahora somos más dueños de los partidos, los queremos dominar desde la pelota. Creo que esta es la línea que tenemos que seguir", argumentó Edu García.