Pombo: "No quiero perder este tren"

La primera pincelada de frescura de César Láinez lleva el nombre de Jorge Pombo, un canterano que conoció en Elche el significado de marcar un gol con el Real Zaragoza.

Jorge Pombo posa en la piscina de los jardines de la Ciudad Deportiva.
Jorge Pombo posa en la piscina de los jardines de la Ciudad Deportiva.
Toni Galán

¿Cómo se digiere un partido como el de Elche: reestreno en el primer equipo, gol, victoria imponente?

Con mucha alegría, como es natural cuando se marca gol con la camiseta del equipo de tu vida. Más aún, en una situación de tanta necesidad como en la que estaba el Zaragoza. El 0-2 fue un respiro. La sensación final fue de felicidad inmensa, pero debo tomármelo con tranquilidad.

Ese disparo lejano es especialidad de la casa: quien le conozca sabe bien que el cañón de Pombo lleva tiempo instalado en el filial…

Sabía que hay que pegarle. Una oportunidad así hay que aprovecharla. Tuve una al principio aún más clara y no la metí. Luego aún intenté otra en la segunda parte… La que entró, entró, con un poco de suerte, pero vale igual.

César Láinez le entrega la titularidad en su primer partido como entrenador del Zaragoza. ¿Intuía que jugaría en Elche durante la semana?

César es un técnico que sé que confía en mí. Me conoce muy bien desde hace tres o cuatro años. Sabe cómo juego y qué puedo darle. Por lo demás, no me lo tomé muy diferente a cuando juego con el filial. Cuando me comunica que estoy en el once, recibo la noticia con ilusión y alegría.

Lleva metiendo la cabeza todo el año en el primer equipo, pero no ha terminado de asentarse. Destacó en pretemporada, Luis Milla le dio algunas oportunidad, con Agné también tuvo algunos ratos al principio… Ahora, Láinez le devuelve a escena. ¿Cree que es la oportunidad definitiva?

A la tercera va la vencida, suele decirse. No quiero perder este tren, porque no suele pasar tantas veces. En Elche, volvió y ahora espero seguir adelante con él. Voy a ir a por todas.

¿Lo ha pasado mal?

Sí y no. Sabía que no podía venirme abajo. Tarde o temprano iba a llegarme otra vez la oportunidad. Siempre estoy contento con el filial. Después de que te bajen, las sensaciones dependen de la persona. Cuando subí y volví al Aragón, sabía que no podía bajar los brazos. Hubiera sido una rendición y así le hubiera dado la razón a quien me bajó. Yo nunca tengo problema en volver al filial. Me encuentro genial en ese equipo y me seguiré encontrando.

¿Es consciente de que la apuesta tan personal que ha efectuado Láinez con usted también exige responsabilidad? El técnico también se juega mucho con Pombo…

Sí, lo sé. Tengo ilusión, pero también responsabilidad. Tengo la ventaja ahora de que el entrenador me conoce muy bien, no es alguien ajeno a mí. Yo siempre juego muy a gusto con César y en Elche me encontré muy cómodo. Sabía lo que quería de mí y se lo intenté dar. Si me dio esa oportunidad, es por algo. La confianza es mutua. Yo voy a darlo todo por él también.

¿Percibió en el primer partido de Láinez un intento por trasladar aspectos del juego del Deportivo Aragón al Real Zaragoza?

Sí. Por ejemplo, el 4-3-3 y el uso de la pelota. El sistema nos benefició. Tenemos muchos futbolistas a los que les gusta jugar por dentro y ese dibujo nos ayudó. Creo que se notó bastante. El equipo se juntó más con la pelota y dio la sensación en todo momento de ir a llevarse el partido.

¿Ese camino cree que tiene continuidad?

Hay que seguir en esta dinámica. La clave en Elche fue que cinco futbolistas nos juntamos en torno al balón. Hay que apostar por eso, tener la pelota y no correr detrás de ella porque tampoco tenemos futbolistas con físico para eso, especialmente arriba. Abajo sí, que hay cuatro animales, pero en otras zonas hay que tener el balón.

¿Cree que sus cualidades rellenan un importante vacío en la plantilla? Entre sus piezas ofensivas, como dice, el Zaragoza no cuenta con futbolistas fuertes, explosivos, potentes… Usted agrega un plus físico…

Sí. Sé como son mis características. No soy un futbolista veloz, pero sí potente. Esas son mis cartas e intentaré jugarlas lo mejor posible.

También ha aportado frescura…

Me encontré bien. Al principios, los nervios lastras un poco y a los dos minutos iba algo ahogado… Pero fui cogiendo el ritmo. Acabamos bien. En los últimos partidos, el equipo se caía en los finales, los minutos en los que nos marcaban goles. Y eso hay que cambiarlo.

¿Cómo toma la comparación con Cani que inspiró Láinez en la rueda de prensa de Elche?

Lo escuché. Es un halago. Un estímulo. Si encima es el entrenador quien tiene esas palabras… Pero para llegar a Caní aún me queda mucho. Espero llegar a ser, por lo menos, la mitad que él.

Cani y Zapater le cobijan desde verano. Quizá no lo sepa, pero confían mucho en Pombo…

Son dos personas excepcionales y dos grandes jugadores. Es obvio que son dos ejemplos a seguir. Son zaragocismo puro. Unos ídolos. Yo me reflejo en ellos. Todos los canteranos trabajamos para un día ser como ellos.

¿Proyecta su futuro en el primer equipo del Real Zaragoza? El club está deslizando el mensaje de que la cantera está en un momento decisivo y que la próxima plantilla debe alimentarse de algunas piezas de la base…

Me gustaría estar en ese primer equipo. Soy canterano y me encantaría. Veremos qué sucede. Pero seguro que tenemos oportunidades…. Hay gente como Raí, Xiscu… Más otros chavales… Vamos a estar ahí seguro.

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