Ante el Numancia, más control y menos juego directo

El Real Zaragoza acabó obsesionado ante el Nástic por el juego directo en largo sobre Ángel. Raúl Agné intenta retomar el fútbol pausado perdido hace muchos días.

Ángel, junto a Javi Ros, en el entrenamiento del Real Zaragoza de este miércoles.
Ante el Numancia, más control y menos juego directo
Daniel Marzo

Un día, hace un par de meses largos, Raúl Agné consideró que el mejor método para atacar las porterías rivales iba a ser el lanzamiento de balones largos hacia la posición de Ángel, el delantero centro ágil y móvil del Real Zaragoza en la actual temporada. Que percutiendo las defensas contrarias a base de pelotazos desde 30 o 40 metros, enviados con la precisión de los pasadores Lanzarote, Cani u otro centrocampista avieso (quizá Ros, o Zapater) -o por el mismo central Cabrera- a las espaldas de los centrales rivales o en busca de alguna diagonal entreabierta, podían llegar los goles y los triunfos del Real Zaragoza. Que, a través de ese juego directo, también se podían forzar errores de los zagueros de los equipos adversarios.

El equipo zaragocista, tanto en La Romareda como a domicilio, empezó a probar esa suerte y, en cierta medida, le dio resultado a través de algunos goles obrados mediante este mecanismo (el primero al Oviedo, el penalti del segundo en Vallecas). Pero el uso de este libreto fue orillando paulatinamente el formato del toque, del control del balón que había sugerido el mismo Agné a su llegada y que hacía de Cani, Lanzarote, Ros, Zapater y algún añadido más durante los partidos piezas clave para llevar las jugadas de peligro paso a paso hacia el área de enfrente. Poco a poco, de aquella tesis de 'tenemos que dominar el juego y buscar la victoria desde el balón' se pasó al ataque rápido, de desplazamiento largo y de aislamiento de Ángel en la pelea aérea, casi siempre en inferioridad numérica y de centrímetros de envergadura, del delantero zaragocista.

El pasado domingo, ante el Nástic, hubo momentos paradigmáticos al respecto. En circunstancias del partido donde lo natural era buscar la combinación y un diapasión atemperado en el toque, el Real Zaragoza abusó de los desplazamientos de larga distancia a la posición de Ángel. Cierto es que, en el primer intento, llegó el 1-0 a favor de los zaragocistas. Y que, en el segundo, estuvo a punto de llegar el 2-0, pero Ángel remató en ese caso al poste. Y eso pudo envalentonar al equipo a desplegar ese fútbol más de lo recomendable. Al final, el partido ante los tarraconenses se escapó de las manos de Agné y los suyos y les ha obligado a recapacitar sobre esta cuestión técnico-táctica.

El principal protagonista de esta obsesión, Ángel, admitió este miércoles que el cuadro técnico y los jugadores han hablado ya del asunto. "Sí. Tenemos esa impresión. El míster nos lo comentó el lunes. Igual pecamos un poco de abusar del juego directo, de intentar buscar el último pase desde larga distancia. Pero el primer gol vino así, y el segundo que se me fue al palo fue otro pase de Lanzarote desde medio campo. Pecamos mucho de jugar tan directo, tan rápido, cuando tenemos a jugadores de muchísima calidad como Cani o Lanza que pueden tener más el balón, darle más pausa e intentar jugar más combinado. Somos conscientes de que el domingo pasado pecamos de eso", dijo el canario.

Frente al Numancia, el Real Zaragoza está obligado a retomar otras fórmulas atacantes que abran el abanico de sorpresas para la defensa del cuadro soriano. Y en ello están los protagonistas durante los entrenamientos de esta semana. "Estamos trabajando de aquí al domingo intentando mejorar eso... y muchísimas cosas mas", concluyó el goleador tinerfeño.

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