Córdoba y Jaén, hace tres años, referencias positiva y negativa de lo que puede hacer el Real Zaragoza

En la jornada 26ª de la liga 2013-14, los cordobeses estaban en el puesto 13º y subieron al final. Pero el Jaén era el 11º y se fue a Segunda B.

Clasificación de la jornada 26ª de Segunda División hace cuatro temporadas.
Córdoba y Jaén, hace tres años, referencias positiva y negativa de lo que puede hacer el Real Zaragoza
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Cuestiones que se preguntan infinidad de zaragocistas en esta última semana de febrero, a falta de 16 jornadas para el final de la liga en Segunda División:

Una. ¿Es posible luchar por el ascenso a Primera desde la 14ª posición y a 8 puntos de distancia de la última plaza de la promoción (la 6ª)?

Dos. ¿Tiene sentido que alguien defienda que aún es posible, mediante una excelente recuperación del fútbol y la solvencia del equipo, que el Real Zaragoza pueda ser uno de los que ascienda a Primera en junio?

Tres. ¿Es una barbaridad que alguien sugiera, siquiera, que el riesgo de caer preso en la cola de la clasificación de no lograr una reacción rápida puede acabar en tragedia?

Bien, pues sin necesidad de escudriñar demasiado en la historia pasada, revisando los antecedentes cercanos de la liga de plata con este formato, lo ocurrido en la temporada 2013-34, hace solo tres años, hacen que la respuesta a las tres preguntas sea afirmativa: sí.

Se puede luchar por el ascenso si el Real Zaragoza reacciona ya mismo y con continuidad. Tiene sentido, por lo tanto, que ese planteamiento (por utópico que parezca viviendo el presente y el pasado reciente del equipo en los dos últimos meses) sea expuesto en voz alta. Y, atención, también existe el riesgo real y amenazante de todo lo contrario, de caerse a lo más abajo de la clasificación, enturbiar el medio ambiente al final del torneo, e irse por el sumidero a Segunda B.

El ejercicio es sencillo, rápido y no necesita de demasiadas explicaciones. Solo mirar con atención y sacar conclusiones. Rememorar cómo estaba la tabla clasificatoria de Segunda tras la jornada 26 en los últimos años y observar cuál fue el destino de cada uno de los 22 protagonistas nos hace detenernos en seco en la campaña 2013-14. Hace cuatro ligas, hace tres años, en la primera temporada en Segunda tras el último descenso zaragocista. Ahí aparece la prueba, la argumentación a todo lo que ahora genera dudas, miedos o esperanzas.

La clasificación de la jornada 26ª, en febrero de 2014, era la que se adjunta. Así estábamos entonces los sufridores de la Segunda División.

Quienes entonces ya eran 1º y 2º, Eibar y Deportivo de La Coruña, acabaron siendo al final los dos que subieron directamente a Primera. ¿Se acuerdan cuál fue el tercer equipo ascensor aquel año, a través de la promoción? Fue el Córdoba, que acabó 7º y jugó los 'play off' porque el Barcelona B acabó 3º y, por su condición de filial, no pudo aspirar al ascenso. ¿Dónde estaba el Córdoba a estas alturas de curso? Mirénlo con atención: en el puesto 13º (igualado con el 14º, el que ocupa el Real Zaragoza hoy en día). Con un balance negativo de 9 victorias, 7 empates y 10 derrotas. Con 28 goles a favor y 31 en contra (-3, diferencial goleador negativo).

Los cordobeses hicieron un final de temporada en franca crecida, sumando cada vez más y haciéndose cada vez más fuertes. De la mediocridad pasaron a la ilusión. De la ilusión, a la felicidad de clasificarse al final para la promoción. Y, una vez en ella, adquirieron en pocas horaas el convencimiento de que eran capaces de subir a Primera a través de cuatro finales a vida o muerte. Y lo lograron. Un ejemplo válido, cercano y en ningún caso fantasmagórico para quien aspire a imitarlo.

Pero, cuidado. Mucho cuidado. Ese mismo año y a partir de estas fechas, al Real Jaén le pasó todo lo contrario. Había vivido más de media liga en la primera mitad de la clasificación, disfrutando de grandes partidos en su estadio de La Victoria, como aquel 3-0 que le endosó al Real Zaragoza en noviembre. Tras la jornada 26ª era 11º y no sospechaba su fatal destino. En estos días de febrero, hace tres años, dos de los cuatro que ocuparon los puestos de descenso ya los pisaban: el RM Castilla y el Mirandés (los burgaleses bajaron en el campo, pero se salvaron por el descenso administrativo del Murcia durante el verano siguiente). El Hércules, que era 5º por la cola a estas alturas, fue el tercero señalado por el dedo del demonio. Y el citado Jaén, el cuarto. El cuadro andaluz se fue desvaneciendo paso a paso, las cosas se administraron mal en los momentos delicados y la histeria y el frenesí de las últimas jornadas los arrastraron al remolino letal del descenso. La afición jiennense aún no se lo cree después del tiempo transcurrido.

Cada liga tiene sus hechuras. Sus flujos, sus rachas, sus idas y venidas de determinados equipos. Aunque las distancias de puntos no sean equiparables con exactitud (el Córdoba era 13º entonces, pero es verdad que la distancia con la promoción era de solo 3 puntos, y no de 8 como tiene ahora el Real Zaragoza desde un punto de partida gemelo), las dinámicas y las trayectorias hacia arriba o abajo sí que suelen responder a coordenadas y modelos que permiten ser cotejados. 

Por cierto, como apostilla. Aquella clasificación de la 26ª fecha de la liga 2013-14 demuestra la mentira de García Pitarch, el entonces director general del Real Zaragoza aún agapitista. Solo 25 días después de este momento decidió destituir a Paco Herrera como entrenador, aduciendo que el equipo se iba a Segunda B. En la presentación de su sucesor, Víctor Muñoz, éste también aludió a esa misión suprema de evitar el descenso con la que había sido investido en su enésimo regreso al club. Pues bien, el Zaragoza estaba 6º a día de hoy, en puesto de promoción, y 20 días antes era 3º (tras ganar 0-1 en Miranda) a uno solo punto del 2º, del ascenso directo.

La historia, asignatura seductora donde las haya, tiene su duende.

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