Horas de reflexión, con Agné expuesto al juicio de La Romareda

Este lunes, el equipo guarda día de descanso, con el análisis de los dirigentes sobre la situación deportiva envolviendo cada minuto.

Raúl Agné, a la conclusión del partido en Murcia el pasado sábado, en la rueda de prensa que ofreció en La Condomina.
Raúl Agné, a la conclusión del partido en Murcia el pasado sábado, en la rueda de prensa que ofreció en La Condomina.
Daniel Marzo

Segundo día sin entrenamientos en el Real Zaragoza tras el duro y largo regreso por carretera desde Murcia, lugar de la tercera derrota consecutiva en 2017 que ha dejado al cuadro zaragocista envuelto en las más negativas dudas y al técnico, Raúl Agné, en entredicho dentro del club. El equipo se le ha caído estrepitosamente en los últimos 15 días, el de Mequinenza no ha adoptado las decisiones más adecuadas para reconducir el rendimiento de un grupo que se está precipitando en barrena a la zona más baja de la clasificación, fruto de la igualdad que impera en la Segunda División en todos los tramos de la tabla. 


Y, dentro de estas coordenadas objetivas, el área deportiva y los dirigentes de la SAD acumulan horas de análisis y estudio sobre qué hacer y cómo actuar en un momento tan delicado, justo cuando la liga arranca su segunda mitad y aún quedan 8 días para poder remodelar la plantilla en el mercado invernal de fichajes.


Agné está mal ubicado en ese escrutinio. Pero es el segundo entrenador de la temporada, ya que en octubre vino a relevar al destituido Luis Milla, y eso no ayuda en ningún sentido a tomar la decisión de despedirlo. No es asunto sencillo. Ni deportivamente, ni económicamente, pues este tipo de cuestiones están totalmente controladas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), como a nadie escapa.


La solución casera, la promoción interna, vuelve a centrarse como en el anterior episodio con Milla en la figura de César Laínez, en entrenador del filial. Y, también como pasó hace tres meses, no hay unanimidad, no es una desembocadura a la que se pueda llegar de manera sencilla. El propio Laínez también tiene algo que decir al respecto y no es un plato de buen gusto para nadie en tiempos tan inestables en lo deportivo.


El domingo por la tarde, miembros del área deportiva estuvieron en Cariñena, viendo el partido del RZD Aragón en Tercera División. Y hablaron con Laínez. También Agné, por otra vía, ha manifestado su parecer sobre el rabioso y eléctrico presente. Narciso Juliá, el director deportivo, es el más atribulado del caso que concurre. Debe fichar refuerzos, y a contrarreloj. También consumar salidas de futbolistas prescindibles que, además, deben facilitar espacio y dinero para que entren los nuevos. Y, simultánea e indeseadamente, también ha de valorar qué hacer con el banquillo, con la figura del entrenador. 


Agné ha quedado expuesto al juicio de La Romareda. Es la ley natural del fútbol. Tres derrotas consecutivas, de las hechuras de las que ha sufrido el Real Zaragoza ante el Girona (por inferioridad manifiesta), Tenerife (incapacidad de iniciativa) y UCAM Murcia (alarmante insolvencia ante un rival menor), generan una merma inevitable en la confianza sobre cualquier protagonista de esos episodios, algo que también salpica a muchos futbolistas. Además, en el caso del técnico, son tres traspiés que, sumados a sus anteriores números desde su llegada al timón del equipo, concluyen en un balance muy negativo de sus réditos: con Agné, el Zaragoza solo ha sumado 14 de los 33 puntos posibles, ni siquiera el 50 por ciento.


Ir a un tercer entrenador cuando la liga camina por su ecuador supone entrar en terrenos pantanosos, en arenas demasiado movedizas. Por eso, todo apunta a unos días tensos, a una semana caliente que concluya con ese Real Zaragoza-Lugo en La Romareda, el próximo domingo, día de San Valero, a las 20.00, en el que el fútbol hable solo. Esta es la fotografía del Real Zaragoza 23 de enero de 2017.

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