Alex Barrera ya sabe que no cuenta y debería irse

El centrocampista asturiano, su entorno y el club buscan una salida para que abandone el Real Zaragoza en los próximos días.

Álex Barrera
Álex Barrera

Alex Barrera, centrocampista ovetense que llegó al Real Zaragoza el pasado verano procedente del Sporting de Gijón de Primera División, ya conoce de primera mano el deseo y necesidad del club aragonés respecto de su salida inminente de la plantilla. El área deportiva considera que el espigado medio asturiano debería dejar su plaza a otro tipo de jugador, visto su insuficiente rendimiento desde su llegada en julio y la poca utilidad que ha ofrecido a los dos entrenadores del presente curso, primero a Milla y luego a Agné.


Su entorno de representación y los ejecutivos zaragocistas ya trabajan de lleno en buscarle un nuevo acomodo en otro club. Las dos últimas jornadas, en las que Barrera se ha quedado sin vestirse, descartado por motivos técnicos en la grada, han sido el detonante de este acelerón en busca de solucionar su incómoda situación en el vestuario blanquillo. Todas las partes tienen 15 días por delante para obtener una desembocadura del gusto de todos a este caso y, ciertamente, Barrera tiene pretendientes en el mercado de Segunda.


El Alcorcón, que ya postuló por su servicios en verano antes de que el Real Zaragoza consumara el fichaje, ya está escrutando las posibilidades de hacerse con sus servicios ahora. El problema es el salario del asturiano, de los más caros del actual reparto de futbolistas del cuadro zaragocista, que necesita de un receptor con cierto músculo económico y liberado en el techo salarial que exige la Liga de Fútbol Profesional.


Barrera ya sabe que, de continuar en Zaragoza, estará en camino de perder su segundo año consecutivo, ya que el año pasado en Gijón apenas participó en dos partidos hasta sumar la escasa cifra de 45 minutos. Y en su corto periplo zaragocista, que se circunscribe a la primera vuelta de la liga actual, el astur solo ha jugado algo más de 400 minutos en 12 apariciones, a los que hay que sumar el partido completo que jugó en la Copa ante el Valladolid. Una aportación demasiado residual para las expectativas que generó su llegada al Zaragoza al inicio de la revolución que Juliá y Valentín, los responsables del área deportiva, llevaron a cabo el pasado verano tras la catástrofe de Palamós ante el Llagostera.


Si el Real Zaragoza lograse desprenderse del salario de Barrera, su capacidad de maniobra para acometer fichajes aumentaría de manera notable. Así se estudia y trabaja a toda máquina en los despachos nobles del club. Una situación asemejable a la de Juan Muñoz, Erik Morán y el portero Xabi Irureta.

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