De vuelta a la depresión

Isaac, portavoz del equipo este lunes, asegura que "esta derrota nos merma un poco" y reconoce que "es cierto que es un golpe duro" para el Real Zaragoza.

Isaac, en un momento del partido de este domingo ante el Girona, intenta superar en carrera a Aday.
Isaac, en un momento del partido de este domingo ante el Girona, intenta superar en carrera a Aday.
Oliver Duch

El comportamiento bipolar del Real Zaragoza y, por arrastre, del zaragocismo en pleno en las últimas campañas vive horas de depresión nuevamente. Es el efecto inmediato de la decepción que supuso la derrota por 0-2 ante el Girona en el primer partido de 2017, hecho negativo que diluyó en apenas 94 minutos todos los efluvios positivos e ilusionantes con los que se había marchado todo el mundo de vacaciones navideñas tras enlazar dos triunfos consecutivos ante el Oviedo y el Rayo Vallecano, ambos por 2-1, el segundo de ellos en Madrid, fuera de casa por primera vez en lo que va de liga. 


Isaac Carcelén, el lateral derecho del equipo aragonés ante los gerundenses, ejerciendo de portavoz del vestuario en el primer día de digestión de este evidente chasco y paso atrás en la pugna por reengancharse a la zona noble de la clasificación, trasladó esa sensación de abolladura moral que se respira en todos los sectores del club. "Esta derrota, al equipo... nos merma un poco", reconoció el gaditano en su análisis de lo ocurrido en La Romareda. "Es cierto que es un golpe duro porque era un partido importante, contra un equipo de la zona alta", abundó en su sentir de abatimiento. 


La lectura inmediata del serio traspié ante el Girona es, dentro del equipo, de claro matiz negativo. Los números y las sensaciones se unen para desembocar en un estado de problemas clasificatorios evidente. "Es cierto que los de arriba (Levante, Girona y Getafe) nos llevan muchos puntos ya. Y que están ganando sus partidos habitualmente mientras que a nosotros nos cuesta ganar los nuestros. Es verdad", asumió Isaac.


Entremedias, el defensor zaragocista quiso introducir el obligado prisma optimista, el que surge de la profesionalidad de cada miembro del equipo cuando el torneo todavía camina por su mitad. "Aún queda mucha liga y las diferencias siguen siendo cortas. Si ganamos en Tenerife, podremos volver a una buena dinámica. En eso tenemos que pensar ahora. Hay equipos durante la liga que cogen también sus rachas malas y tenemos que estar atentos a eso y seguir sumando puntos en cuando podamos. Esto es la Segunda División y aún pueden pasar muchas cosas", concluyó el de El Puerto de Santa María.


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