Lanzarote no vio tarjeta en Cádiz pese a la apariencia

Cordero Vega pareció amonestar al zaragocista en el minuto 79, pero la amarilla era para el gaditano Abdullah, según el acta.

Manu Lanzarote, en la zona mixta del estadio Carranza tras el partido del sábado ante el Cádiz.
Lanzarote no vio tarjeta en Cádiz pese a la apariencia
Cádiz CF web

Manu Lanzarote, pese a que a todo el mundo le pareció lo contrario en el estadio Ramón de Carranza, acabó el partido Cádiz-Real Zaragoza del pasado sábado sin ver la tarjeta amarilla. No hubo amonestación para él. La confusión general vino provocada por la deficiente manera de mostrar una cartulina de amonestación por parte del árbitro cántabro, Cordero Vega. Los jueces arbitrales tienen la orden de ser explícitos y cristalinos a la hora de enseñar las tarjetas sobre el campo, tanto los protagonistas directos como los asistentes al partido tienen que saber a ciencia cierta quién es el amonestado. Pero Cordero llevó a la confusión a todo el mundo.


Corría el minuto 79, ya en la recta final del choque, con el 3-0 instalado en el marcador hacía apenas un rato. Hubo una falta a favor del Cádiz pegada a la banda, por donde se movió todo el tiempo Lanzarote (por delante del señalado y acusado, por su mal partido, Fran). Y el extremo zaragocista braceó, enfadado, varias veces. Desde la distancia, se adivinaba además un discurso oral poco calmado del catalán. Y, en esas, Cordero Vega esgrimió la tarjeta amarilla mirándole a él.


Error. Espejismo. Mala práxis del árbitro. Cordero escribió en el acta lo que viene a continuación. "En el minuto 79, el jugador (24) Abdullah, Raffidine fue amonestado por el siguiente motivo: retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo". Es decir, la amarilla en cuestión fue para Abdullah, el mediapunta del Cádiz. No para el ofuscado Lanzarote. Mejor así para los intereses del Real Zaragoza y del propio '12' blanquillo. 


Si ven en las crónicas que Lanzarote fue amonestado, no se trata de un error monumental del informador de turno. También en los banquillos, en el campo, a todo el mundo le pareció que el amonestado era el zaragocista y no Abdullah. Cordero Vega tiene que repasar el epígrafe que indica cómo ha de mostrarse una tarjeta sobre el campo. El sábado, en el Carranza, no lo hizo nada bien.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión