El gol pierde sus referencias

Los dos máximos artilleros han atravesado rachas negativas. Ángel acumula 12 partidos con solo dos goles y Lanzarote suma 9 sin marcar.

Ángel, durante el partido con el Almería, cuando consiguió su último gol.
Ángel, durante el partido con el Almería, cuando consiguió su último gol.
José Miguel Marco

Ángel tuvo el pasado domingo en Getafe una tarde muy poco acertada de cara al gol. Acarició varias veces la oportunidad de llevar el balón a la red, pero la fortuna o la falta de efectividad le dieron la espalda en el Coliseum Alfonso Pérez. También Lanzarote, el otro goleador del equipo, se encuentra con la pólvora mojada y de nuevo su casillero se quedó en blanco. Los dos máximos realizadores del Real Zaragoza, que han marcado más de la mitad (seis tantos cada uno) de los 21 que ha sumado el conjunto de Raúl Agné, no encuentran con facilidad la portería rival, como sucedió en las primeras jornadas de liga.


A pesar de todo, la marca que registra el conjunto zaragocista lo coloca como el quinto máximo goleador de Segunda y solo en tres partidos (Nástic, Valladolid y Getafe) se ha quedado sin estrenar el marcador. Datos que indican que aunque sus máximos goleadores no aciertan como al principio, el Zaragoza mantiene un alto nivel realizador que le permite seguir optando a todo: se encuentra décimo, a un punto de la promoción y a cuatro del descenso.


Ángel y Lanzarote comenzaron el torneo como una bala y dispararon sus cotas anotadoras. En el debut liguero Ángel ofreció su mejor versión, con dos goles, el segundo de espectacular chilena, y una asistencia a Lanzarote, autor de otro tanto. Fue el inicio soñado del bloque blanquillo, con juego, goles y buenas sensaciones.


Repitió el delantero doblete en Lugo en el empate (3-3) que dejó un sabor agridulce después de ir por delante en el marcador: 1-3. La actuación de Ángel volvió a ser destacada, aunque pudo matar el partido en un claro mano a mano. También Lanzarote dejó su firma en las redes del rival. Entre los dos sumaban seis goles en dos partidos y aupaban al Zaragoza al segundo puesto.Relevo de Lanzarote


Lanzarote tomó el relevo a Ángel y en las jornadas 4 y 5 replicó con dos goles en cada encuentro. En Valencia, frente al Levante (4-2), de poco sirvieron, pero en La Romareda contra el Alcorcón (2-0) sumaron los tres puntos. El dúo parecía letal en sus actuaciones y llevaba la ilusión a los aficionados que observaban con agrado la respuesta de dos de los hombres considerados puntales del equipo.


Las cosas, sin embargo, cambiaron a partir de ese momento y la tendencia varió por completo. Ángel después de sus cuatro goles en las dos primeras jornadas de liga, enlazó 12 encuentros con solo dos tantos (Elche y Almería), mientras que Lanzarote ha sumado nueve encuentros sin marcar. La situación coincidió con el bajón del equipo que derivó en la destitución de Luis Milla y la llegada de Raúl Agné, que ahora parece haber dado otro aire al once.


Mientras tanto, en las alineaciones aparecieron otros nombres que mantuvieron viva la llama del gol. Juan Muñoz ya suma tres tantos a pesar de que su tiempo sobre el campo se reduce a 626 minutos repartidos en trece partidos, seis de ellos como titular. Mención especial merece el que logró en Mallorca con una preciosa vaselina desde su propio campo, un gol que sorprendió gratamente a los aficionados al fútbol y que dio la vuelta al mundo por su precisión. Se descubría así un nuevo elemento para aplicar a la delantera zaragocista en los momentos de necesidad.Los otros goleadores


Otros jugadores se han adherido a la producción goleadora del

Real Zaragoza. Destaca en este aspecto el apoyo de los defensas, con dos goles de Cabrera y uno cada uno de Casado y José Enrique, algo que en otras temporadas se echaba de menos con las jugadas a balón parado. Edu García y Javi Ros completan la relación de los goleadores del equipo.


No está de más que el gol se reparta entre cuantos más futbolistas de la plantilla mejor. Pero un conjunto también necesita referentes en ataque que marquen una diferencia con los rivales. La tendencia de Raúl Agné, con decidida puesta de ataque, precisa de uno –o dos– hombre gol.

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