El Real Zaragoza cae de penalti a falta de cuatro minutos pese a jugar mejor que el Getafe

Un error de medida en una entrada de Bagnack provoca una dolorosa derrota aragonesa en un duelo equilibrado en el que Ángel falló varias ocasiones de gol.

Un error de medida en una entrada de Bagnack provoca una dolorosa derrota aragonesa en un duelo equilibrado en el que Ángel falló varias ocasiones de gol.
Un error de medida en una entrada de Bagnack provoca una dolorosa derrota aragonesa en un duelo equilibrado en el que Ángel falló varias ocasiones de gol.

Un penalti tonto y evitable de Bagnack a falta de solo cuatro minutos provocó la injusta derrota del Real Zaragoza en Getafe. Fue un mazazo brusco a las aspiraciones de los aragoneses de instalarse en la cabeza de la clasificación, algo a lo que se hicieron acreedores durante muchos minutos del choque en el Coliseum Alfonso Pérez pero que no consumaron por los errores continuados en sus ataques, siempre rematados por un desacertado Ángel. Los de Agné mandaron en el juego, tuvieron el control del balón con más criterio que sus oponentes durante la mayor parte del encuentro, pero no supieron cómo ganar el partido en ese hechizo letal que afecta al equipo cuando juega lejos de La Romareda.


El primer tiempo tuvo como dominador al equipo aragonés. Quiso la pelota y la manejó con cierto criterio, pero sin demasiada profundidad en la mayor parte de las circulaciones. Fallaron casi siempre los últimos pases. El Getafe se plantó en el campo al estilo Bordalás, bien ubicado en todas las líneas, a la espera de cortar y salir a la contra, lo que logró en muy pocas ocasines. Zapater bajó siempre a sacar la pelota desde atrás, pero no hubo demasiada fluidez de ahí en adelante. En la franja ancha siempre había demasiados jugadores, un tapón permanente en ambos sentidos.


En esa constante, el Zaragoza fue mejor que su adversario. Las salidas del atolladero más claras las generaron combinaciones puntuales, filtradas por Cani, Ros o los laterales, Fran y José Enrique, en busca de pases al hueco para el móvil Ángel. En el minuto 4, en la primera de ellas, el canario tuvo el gol en sus pies, pero su chut duro en el área lo rechazó como pudo Alberto. La segunda llegaría en el 16, con un centro de Fran que Edu García cabeceó a las manos del portero local.


El Getafe no dio muestras de peligro hasta el minuto 28, cuando Jorge Molina peinó con veneno un córner cerrado al primer palo y la pelota pasó por delante del marco de Ratón marchándose fuera por el otro poste. Eso reactivó por un momento a los azulones, favorecidos un minuto después por una mala salida al corte de Bagnack, que midió mal y dejó solo de nuevo a Molina para que encarara la portería desde casi el centro del campo. No estuvo rápido el getafense y Cabrera le alcanzó, logrando taponar in extremis su disparo, que olía a gol desde el inicio de su arrancada.


En la recta final del primer acto, de nuevo Ángel protagonizó dos contragolpes individuales muy verticales. En el primero Gorosito le aguantó bien y le arrebató la pelota limpiamente antes de armar el remate. En el segundo, en el minuto 35, Ángel se iba solo hacia la portería y el mismo Gorosito, esta vez por detrás, pareció arrollarle. Hasta el guardameta Alberto le cayó encima al atrapar la pelota. Pareció penalti, pero sabido es que el Real Zaragoza necesita de más graves circunstancias para que un árbitro encare el punto de los 11 metros. De la Fuente, por supuesto, no lo señaló.


Fue un primer tiempo táctico, de muchas jugadas de tablero por parte de unos y otros. Feo de ver para el espectador. Con un tramo de bastantes interrupciones por las constantes faltas. Los contactos eran favorecidos por la hierba mojada, por la incesante lluvia que cayó toda la tarde en Madrid. Hubo varias tarjetas y, en una acción concreta, en el minuto 22, el árbitro perdonó la segunda al central local Cala, que ya llevaba una amonestación y derribó a Ángel sin opciones de llegar al balón. De la Fuente lo zanjó a su estilo, sin siquiera señalar infracción ante las protestas posteriores de los zaragocistas.


El Real Zaragoza se marchó al descanso con la sensación de estar en buen tono para acometer el triunfo en la segunda parte. Defendía con orden (Bagnack, salvo el error citado, puede decirse que estuvo correcto en la rutina), se movía con rigor en la medular y buscaba el ataque con intención, aunque necesitaba pulir mucho las llegadas a las cercanías del área del Getafe. Esa era la tarea de Agné en el vestuario. Quizá se echó en falta más precisión por parte de Lanzarote, al que el equipo no buscó demasiado en balones en los que estaba en condiciones de recibir. Y, por supuesto, se rumió con dolor la falta de tino de Ángel en todas sus jugadas de peligro. Al menos una debía haber acabado en gol.


El juego se reanudó con las mismas hechuras tras la pausa. Movía mejor el balón el Zaragoza pero el Getafe, por obligación, dio un paso adelante. Sus llegadas fueron más seguidas y con más profundidad. En la primera de ellas, en el minuto 57, de nuevo el incombustible Jorge Molina cabeceó solo en el área un centro de Pacheco y Ratón echó la pelota a córner por encima del larguero. Un aviso para los avispas de que el peligro iba a ser superior que en la primera fase. Enseguida, ante el bajón evidente en el control zaragocista, llegó otra oportunidad clara para los madrileños. En el 64, Pacheco lanzó una falta directa desde la frontal, muy peligrosa en sí misma, y su rosca se marchó fuera por centímetros, rozando el palo derecho con Ratón batido.


Agné movió el banquillo. Quitó a Edu García, muy cansado, y dio aire con el joven Pombo, que se estrenó con un remate lejano, alto, en una contra mal acabada por Angel. Otra más. Y poco después retiró a Lanzarote, metido en guerrillas con su marcador, Molinero, que auguraban una roja en cualquier momento, y dio entrada a Barrera. De ese meneo del árbol surgió una acción clara de gol que Cani, de cabeza, remató alto en un buen centro de Fran.


También Bordalás se jugó desde el banquillo todas sus bazas, con Yoda y Fuster en busca de mayor llegada ante Ratón. El partido, en los últimos 25 minutos, se rompió progresivamente. Por esto y por la fatiga de todos. Ya no hubo tanto orden táctico y se podía dar cualquier resolución del choque. Ángel siguió amagando encares prometedores sin final positivo, Pombo intentó varias combinaciones sin éxito, Cani llevaba balones a la línea de tres cuartos que nunca llegaron a buen puerto. Y el Getafe, con el apoyo de su público, tiraba balonazos largos a sus bandas en busca de petróleo. El reloj se fue hasta los últimos cinco minutos en un toma y daca sin dueño.


Y en esas apareció el mal fario de Bagnack. El defensa camerunés es ya, mal que le pese a él y a sus mentores, parte de la historia más tremenda, por negativa, de los zagueros que han asomado por Zaragoza en las últimas décadas. Un balón filtrado por Yoda al área aragonesa, lo recibió de espaldas el veterano Jorge Molina y al central africano no se le ocurrió otra cosa que tirarse como un poseso a por la pelota en la recepción. Por más que pudiera tocar el balón, también arrastró al delantero, que cayó al suelo como un coco de una palmera. Y De la Fuente, en este área sí, se marchó a toda prisa al punto de penalti. Faltaban cuatro minutos y el partido iba a decantarse por este error de medida de Bagnack. El propio Molina batió a Ratón con maestría y el 1-0, seguramente injusto, subió al marcador sin remedio alguno.


Ya dio igual que Agné sacara al campo (con mucho retraso) a Juan Muñoz. No quedaba tiempo de nada. El Real Zaragoza perdió y volvió a evidenciar que no tiene argumentos sólidos cuando rige como visitante. Siempre hay algo que falla. Nunca salen las cosas redondas. El técnico de Mequinenza, en su primera mordida del polvo -su primera derrota-, ya sabe cómo es esto que tanto daño le hizo a su antecesor, Luis Milla. El equipo blanquillo sigue siendo bueno como local e incapaz como visitante. A ver quién discute lo contrario.Ficha Técnica

Getafe CF: Alberto García; Damián, Cala, Gorosito, Molinero; Faurlín, Lacen; Álvaro Jiménez (Yoda, 66), Kadir (Fuster, 68), Dani Pacheco; y Jorge Molina (Paul Anton, 88).


Real Zaragoza: Ratón; Fran, Bagnack, Cabrera, José Enrique; Zapater, Javi Ros (Juan Muñoz, 87); Lanzarote (Alex Barrera, 67), Cani, Edu García (Pombo, 59); y Ángel.


Árbitro: De la Fuente Ramos (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a Cala (14), Edu García (24), José Enrique (32), Álvaro Jiménez (58), Lanzarote (61), Cabrera (83) y Bagnack (86).


Goles: 1-0 min. 86: Jorge Molina, de penalti cometido sobre él por Bagnack.


Incidencias: Tarde muy fría al sur de Madrid, apenas 8 grados, con neblina y lluvia desde el mediodía. El césped, por ello, estuvo muy rápido. Como siempre en el estadio Coliseum Alfonso Pérez, hubo una pobre afluencia de público, menos de 5.000 espectadores, de ellos casi 800 zaragocistas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión