La jueza aprueba la novación del convenio de acreedores del Real Zaragoza

Con el auto favorable del Juzgado de lo Mercantil, ya es oficial el nuevo calendario de pagos que da dos años de vida calmada a la SAD mientras se intenta el ascenso.

Fernando Rodrigo, Fernando Sainz de Varanda y Christian Lapetra, en la última Junta General de Accionistas del Real Zaragoza.
La jueza aprueba la novación del convenio de acreedores del Real Zaragoza
Oliver Duch

La jueza del Juzgado Mercantil número 2 de Zaragoza, Maria Carmen Villellas Sancho, ha acordado aprobar este lunes la propuesta de modificación del convenio de acreedores que, según marca la ley, el Real Zaragoza presentó ante dicha instancia el pasado día 7 de octubre y que contó con el porcentaje mínimo exigido del 60% de adhesiones entre el volumen económico de los acreedores. El procedimiento había comenzado en julio, con la preceptiva comunicación al juzgado de esta intención e iniciativa de la SAD y concluyó con éxito casi tres meses después. Ahora, para cerrar definitivamente el proceso legal, la jueza ha dictado el auto aprobatorio que pidió, en tiempo y forma legal, el Real Zaragoza hace un mes, cuando sometió su plan a validación judicial. Maria Carmen Villellas considera, tras analizar la documentación aportada por el Real Zaragoza, que se cumplen las condiciones exigidas en estos casos y, por ello, confirma la novación.


De este modo, los actuales gestores de la entidad, la Fundación Zaragoza 2032, logran dibujar un horizonte bien distinto al que tenían ante sí desde el 1 de julio y, de este modo, pueden seguir adelante con su plan de reflotamiento de una sociedad que, hace 27 meses, estaba abocada a la liquidación de manera inexorable. El nuevo convenio permite al Real Zaragoza asegurar la estabilidad del suelo financiero sobre el que se apoyarán las dos próximas temporadas, sea cual sea su escenario deportivo, bien en Segunda -como ahora- o bien en Primera. 


Este nuevo convenio se basa, en gran medida, en la fórmula aprobada en el original. Entonces, el calendario establecía una carencia de tres años consecutivos o cinco alternos si el Zaragoza militaba en Segunda. La primera exención expiró el pasado mes de junio al no certificarse el ascenso tras tres temporadas -lo que generaba un momento de dificultad extrema en términos financieros- y, ahora, el nuevo convenio incluye esa prórroga de dos años para completar los hasta cinco permitidos en el convenio aprobado en 2012. La carencia se convierte en cinco años encadenados.


La modificación afecta, obviamente, al calendario de pagos, pero no a las cantidades pendientes. Es decir, aumenta la espera, pero no existe más quita. El Zaragoza deberá seguir pagando los 27,2 millones de euros que debía haber comenzado a desembolsar el pasado 1 de julio con una primera anualidad de 1,36 millones, aunque las obligaciones quedarán en suspenso durante un nuevo plazo de dos años si permanece en Segunda. La novación del convenio de acreedores incluye un bienio de carencia si el equipo no asciende (esta temporada ya ha comenzado a correr el reloj), aunque sí se activarían los ocho años de pagos si se sube a Primera División al final de esta campaña 2016-17.


Los primeros pagos quedan aplazados hasta el 1 de julio 2017 (1,36 millones de euros) en caso de ascenso el próximo junio o hasta 1 de julio de 2018 sea cual sea su categoría. Se mantiene el desglose de cantidades anuales, con pagos progresivos en lugar de lineales.


El Real Zaragoza, al conseguir esta mayoría reforzada por encima del 60 por ciento (es del 62%) del volumen de acreedores, logra un respaldo superior al conseguido en el año 2012 por la directiva de Agapito Iglesias para aprobar, entonces, el concurso de acreedores: la figura, en aquel momento, fue de mayoría suficiente, ajustada al 53 por ciento. La mayoría de la deuda con acreedores ordinarios la aglutinan futbolistas, clubes y agencias de representación. El escollo más relevante ha sido, precisamente, el principal acreedor de la lista: el Shakhtar Donetsk, club ucraniano con el que se generó una deuda de 13 millones por el llamado ‘caso Matuzalem’. Esa cantidad sufrió una quita del 50% hace cuatro años, hasta los 6,5 millones de euros que aún se le adeudan y que están normalizados en el convenio original. Emergía así como actor estratégico para la modificación, pues representa el 23,9% del pasivo ordinario, cerca de la mitad del 60% requerido, y su negativa a adherirse finalmente a la propuesta del Zaragoza ha limitado notablemente el margen de negociación de la SAD. Sí han aceptado el nuevo plan de pagos otros clubes, como el Milan (deuda por el traspaso de Oliveira) o el Deportivo Alajuelense de Costa Rica (derechos de formación de Diego Estada, futbolista que solo jugó algunos partidos en el filial, nunca en el primer equipo).

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