Cani no juega finalmente de titular en Mallorca a partir de las 20.00. Raúl Agné, los médicos, los fisios y el propio jugador han optado por aferrarse a una postura conservadora y el veterano centrocampista estará en el banquillo de suplentes por si el partido requiere su ayuda en un momento determinado. Será Alex Barrera quien ocupe, de manera un tanto postiza, ese lugar en la banda izquierda, con el también novedoso Edu García en el otro ala, supliendo al sancionado Lanzarote. A Cani, con problemas musculares en los dos muslos durante la semana, se le quiere proteger de una lesión mayor y Agné no quiere jugar con fuego, aunque el futbolista aragonés ha trabajado con normalidad en el entrenamiento matinal llevado a cabo por el equipo en Palma este mismo sábado.

De manera sorprendente, Popa ha estado haciendo unos intensos ejercicios físicos y con balón, en compañía del preparador Toni Masferrer, hora y media antes del partido sobre el terreno de juego. Por momentos, y dado que José Enrique no había trabajado con normalidad al mediodía en esa sesión de activación en Son Bibiloni (campo cedido por el club mallorquín), han saltado las alarmas. En este sentido, no hay sorpresa y José Enrique sigue como titular en el lateral zurdo y Popa es el descartado de los 19 citados para el viaje a la isla balear.

Así, Agné apuesta en su primer partido como visitante por Ratón; Fran, Marcelo Silva, Cabrera, José Enrique; Zapater, Javi Ros; Edu García, Alex Barrera; Juan Muñoz y Ángel. En el banquillo se sientan Irureta –también tocado en la espalda-, Bagnack, Casado, Morán, Cani, Pombo y Buenacasa.

Por parte del Mallorca, Fernando Vázquez alinea a Santamaría; Campabadal, Yuste, Raíllo, Joan Oriol; Juan Rodríguez, Juan Domínguez; Lago Junior, Culio; Moutinho y Brandon. Los suplentes bermellones son Cabrero, Company, Ansotegui, Óscar Díaz, Salomao, Roigé y Lekic.

Arbitra el madrileño Pizarro Gómez, un veterano en la categoría, y no se espera una buena entrada en el abierto estadio de Son Moix, alejado del centro de la ciudad varios kilómetros.

Han fallado las previsiones meteorológicas, que hablaban en los días previos de una jornada lluviosa en la isla mallorquina durante este sábado. No ha sido así. Cielos nubosos, viento de tormenta durante la tarde, pero el agua ha precipitado en el mar, no en tierra, salvo cuatro gotas. Así que el césped no estará mojado, como se preveía, salvo que el chaparrón llegue con tiempo diferido. La noche es agradable, con 19 grados a la hora del inicio del partido, con mucha humedad relativa.