"Cani está entre algodones, está justito. No va a entrenar con el grupo y tendrá sensaciones individuales. Pero todavía quedan varias horas hasta el partido. Viajará. Mañana (por el sábado) aún entrenaremos allí en Mallorca por la mañana y veremos. Allí lo probaremos. Con Cani, ahora, lo más importante es no perderlo para más tiempo". Es la explicación concreta y cristalina de Raúl Agné respecto del problema físico que padece Cani y que le hace ser muy dudoso en lo referente a su participación en el choque de este sábado en Palma ante el Real Mallorca (20.00).

Cani ha comenzado la sesión preparatoria de este viernes en La Romareda (bajo una intensa y fría lluvia) con el resto de compañeros, golpeando suavemente el balón por parejas. Se le ha visto bien. Pero tiene dolor en ambas piernas, en ambos muslos. En el izquierdo, por el golpetazo que le dio un rival del Almería el pasado partido (el árbitro no pitó ni falta en esa acción violenta). Y en el derecho, porque fruto del efecto comunicante de esta lesión, ha terminado resintiéndose el callo de la rotura fibrilar que sufrió en esa extremidad el día del Levante, a principios de septiembre, y que lo tuvo cinco semanas de baja.

Hay miedo a una recaída. A Cani se le va a cuidar con sumo tiento durante todo el año, por sus antecedentes musculares, por su morfología física, por sus 35 años y, sobre todo, por lo importante que es su presencia en el campo. Así que ahí está la disyuntiva en la previa de Mallorca. El mismo sábado, tras el entrenamiento en el campo de Son Bibiloni (Ciudad Deportiva mallorquinista, en la carretera de Sóller), Agné y los médicos, junto con el propio jugador, decidirán lo mejor, lo más seguro.

El equipo necesita a Cani, mucho más ante la baja de Lanzarote por sanción. Aunque, si jugase como titular, es evidente que no estaría en disposición de aguantar los 90 minutos en las circunstancias que concurren esta semana. Pero tampoco se quiere arriesgar y, por forzar una puesta en escena evitable, lamentar a posteriori una nueva lesión importante y una ausencia del zaragozano durante otro mes largo. Solo queda dejar correr el reloj. La incógnita quedará abierta hasta que Agné la despeje una hora y media antes del inicio del choque en Son Moix.