Juliá y Valentín, apoyo máximo a Agné

Los dos responsables del área deportiva del Real Zaragoza viven los primeros días del nuevo entrenador en el club pendientes de todos los detalles.

Raúl Agné dialoga con Narciso Juliá y Albert Valentín, en la mañana de este domingo en la Ciudad Deportiva, antes del entrenamiento posterior al triunfo frente al Almería en el estreno del nuevo técnico.
Raúl Agné dialoga con Narciso Juliá y Albert Valentín, en la mañana de este domingo en la Ciudad Deportiva, antes del entrenamiento posterior al triunfo frente al Almería en el estreno del nuevo técnico.
José Miguel Marco

Narciso Juliá y Albert Valentín, director deportivo y secretario técnico, respectivamente, del Real Zaragoza, viven intensamente el cambio de entrenador en el día a día del equipo, del vestuario. Los dos máximos responsables del área de fútbol del club aragonés, están pendientes de todos los detalles y necesidades de Raúl Agné, el sustituto de Luis Milla desde el pasado miércoles, en sus primeros días al frente del vestuario. En el entrenamiento dominical, el más feliz de las últimas seis semanas al lograr salir de la crisis que duró media docena de partidos sin oler el triunfo, Juliá y Valentín llegaron los primeros a la Ciudad Deportiva (como muchos días del año) para, esta vez, charlar en primera persona con Agné durante casi 25 minutos.


Una conversación natural, propia además de los primeros pasos del nuevo preparador del equipo, que llegó al enfrentamiento ante el Almería con tan solo tres sesiones de entrenamiento por delante, todo muy apresurado y lleno de improvisaciones. En este caso, además, confluye un aspecto crucial, de caracter amistoso, entre Juliá y Agné. Su relación personal ya tuvo algunos hilos de coincidencia hace 26 años, cuando Agné jugaba en el filial del Real Zaragoza y Juliá era jugador de la primera plantilla. Pero el núcleo de su vínculo tiene Gerona como lugar clave. Allí, Juliá tuvo a Agné en su cuadro técnico, cuando era director deportivo gerundense. Tanto como jugador (el actual entrenador zaragocista, potente defensa central, colgó las botas en el Girona), como después, años más tarde, en el cargo de entrenador. Existe, pues, un 'feeling' evidente entre ambos que, de entrada, supone una ventaja para que los dos intenten reconducir la situación con éxito cuanto antes.


Agné va a contar, por lo tanto, con todo el apoyo y complicidad del área deportiva con valores añadidos. Algo que, de salir bien, irá en beneficio final del todo el grupo, del Real Zaragoza en su discurrir por la liga de Segunda División. Existe un viejo conocimiento particular entre el director deportivo y el entrenador, de sus costumbres, de sus gustos futbolísticos, de sus preferencias, de sus virtudes y, por qué no, también de sus posibles defectos si surgen problemas. Por eso, la imagen de ayer en la Ciudad Deportiva va a repetirse con normalidad durante muchos días en el futuro. Agné con Juliá (y Valentín), hablando, intercambiando pareceres, desgranando los partidos y cada paso en los entrenamientos de rigor.


El primer paso ha salido bien. Los tres puntos frente al Almería son balsámicos y un magnífico punto de partida en la esperada remontada en la clasificación. En lo sucesivo, Agné tendrá que ir apuntalando su ideal, contando con la colaboración de los futbolistas y con el refrendo de los resultados. Como se vio en las últimas horas, el área deportiva, con Juliá a la cabeza, también va a echar una mano al entrenador para que todo fluya con naturalidad y la mayor celeridad posible.

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