El regreso a Zaragoza de Raúl Agné, casi 25 años después de que saliera en busca de fortuna futbolística rumbo a otras comunidades autónomas -principalmente Cataluña-, genera el inevitable resorte cerebral que lleva a refrescar aquel filial zaragocista en el que el de Mequinenza fue parte importante durante dos temporadas. Agné jugó en el último Deportivo Aragón hasta la recuperación de este nombre precisamente este año en curso, aquel de la liga 1990-91. Y, en su segundo curso en el filial, estrenó la denominación impuesta por la Federación, Real Zaragoza B, en la campaña 1991-92.

¿Recuerdan el perfil de aquellos filiales? El primero, lo empezó entrenando Víctor Fernández, en su fugaz paso por el escalón previo al primer equipo. Cuando el uruguayo Ildo Maneiro dimitió y se marchó del Zaragoza en febrero, al joven Fernández lo ascendieron al grupo de Primera División y remató la temporada en el Aragón Manolo Nieves.

Allí, en Segunda División B, estaba Agné, un central potente y fornido que compartió generación con colegas como Roberto Martínez (actual seleccionador de Bélgica y con brillante carrera en Inglaterra), Salva, Moisés, García Sanjuán -los tres con trayectoria en Primera posteriormente-, Cornago, Fuertes, Antonio Tejero II, los porteros Sánchez Broto y Mario -todos estos llegaron a debutar en el primer equipo-, Segura, Bañuelos, Madurga, Ara... También estuvieron en aquel vestuario Uriona, Cantín, Josele, Lerga, Nacho Martínez, Charly, Marzo, Blasco, los inéditos Sesé, Guillermo, Arilla y Lostao y el juvenil Betoré. El nuevo técnico del Real Zaragoza disputó 18 partidos y el equipo, en un extraordinario año, quedó 5º clasificado, a solo 3 puntos de jugar la fase de ascenso a Segunda. En aquel torneo estaban el Racing de Santander, el Alavés, el Mirandés, el Huesca, el Numancia... Moisés, con 23 goles, y Salva con 14, fueron dos de los más destacados anotadores de la categoría.

Un año más tarde, en la liga 1991-92, el entrenador de turno fue todo el año Manolo Nieves. También en el grupo 2º de Segunda División B. Junto a Agné, que ganó peso específico en el once inicial y jugó 24 partidos, siguieron Roberto Martínez, Salva, Fuertes, Sánchez Broto, Cornago... Desaparecieron, por ascender al primer equipo, Moisés, el guardameta Mario y García Sanjuán (Salva estuvo todo el año a caballo). También continuaron del año precedente los Ara, Bañuelos, Segura, Madurga, Nacho y Blasco. Hubo muchas caras nuevas: el portero Asín, Santi, Vallejo, Casas, Soto, Cantero, Iñaki Sádaba, Celso Mostacero, Doval, Valero, Iranzo, el casi inédito Charneca y un emergente juvenil que avanzó a pasos agigantados: Seba.

Este año fue más complicado para el nuevo plantel. El equipo acabó 11º, con un juego más gris y muchos problemas en la primera vuelta, que obligaron a hacer varios refuerzos en invierno. Era un grupo con rivales como el Alavés, el Girona, el Sant Andreu, el Nástic de Tarragona, el Huesca... El mejor anotador fue Cornago -que no era delantero, sino centrocampista- con 12 goles. 

Esta es la camada de Agné en su tiempo zaragocista de hace un cuarto de siglo, cuando era un joven de 20 y 21 años con cara de niño (ver foto adjunta), bien diferente al rostro de adulto que luce en la madurez de sus 46 años. El de Mequinenza vuelve a Zaragoza con infinidad de experiencias vividas en otros lares. A muchos de estos compañeros de batallas ilusionantes, cuando todos soñaban con hacer algo sonado en el fútbol profesional, Agné se los va a volver a encontrar en Zaragoza. Será un emotivo regreso al pasado.

Como recordó en su presentación el técnico aragonés, el camino del fútbol le ha llevado a un puesto relevante en el Real Zaragoza con enorme retraso sobre otros y respecto de lo que él soñó en aquellos años jóvenes: "Entonces no pude jugar en el primer equipo y, ahora, vengo para entrenarlo", explicó mientras mostraba una insignia zaragocista y recordaba sus años vividos en Zaragoza.  

FOTO DE EQUIPO

ARRIBA- Cantín, Bañuelos, Sánchez Broto, Mario, Uriona, Ara, Agné (en el círculo rojo) y Josele.

CENTRO: Charly, Moisés, García Sanjuán, Manolo Franco (masajista), Carlos Lamana (delegado.), Manuel López (presidente del filial), José Ángel Zalba (presidente del Real Zaragoza), Víctor Fernández (entrenador), Antonio Prat (preparador físico), Lerga, Segura y César Jiménez (delegado).

SENTADOS: José (utillero), Lostao, Sesé, Marzo, Cornago, Blasco, Madurga, Nacho Martínez, Guillermo y Jesús Sangüesa (utillero).