El Zaragoza busca una victoria contra el desánimo

El Zaragoza busca frente al Elche un triunfo que le relance en la clasificación y apague la desconfianza en torno a Milla. Vuelve Marcelo Silva al eje de la zaga.

La plantilla del Real Zaragoza, en una charla técnica, durante un entrenamiento del RealZaragoza.
La plantilla del Real Zaragoza, en una charla técnica, durante un entrenamiento del RealZaragoza.
Aránzazu Navarro

Aquí está el Real Zaragoza, en el intermedio de octubre, con las fiestas del Pilar alumbrando aún las calles, con sus ya tradicionales urgencias históricas. En ese aspecto, nada cambia. Ni siquiera que la temporada marche por la décima jornada. No es nada nuevo en un equipo acostumbrado a vivir con el barro al cuello en los últimos años aun a destiempo, en los principios del otoño. Da igual. El estado de convulsión acude cíclico a su vida y engulle como casi siempre a la pata más corta del banco: el entrenador. El listado de caídos es largo en esta plaza en épocas recientes.


Ahora es Luis Milla el señalado por una depresión de resultados que ha disparado las cotas de desánimo en el Zaragoza y sus alrededores con su también tradicional comportamiento pendular. El tremendismo como carácter de naturaleza. Ante esto solo hay una escapatoria: una victoria balsámica, ansiolítica y educadora contra el Elche para que la tensión ambiental vuelva a niveles razonables -y razonados- y los amigos de las guillotinas se guarden la capucha de verdugo. Los resultados ejercen como juez máximo y por aquí a Milla apenas le salen las cuentas del último mes: cuatro jornadas sin ganar y una sensación de fútbol en depresión. El Zaragoza está hoy tan obligado a ganar como lo estaba hace siete días y lo estará dentro de otros siete. Es, como no puede ser de otro modo, su destino. Con el Elche a las puertas, irrumpe en el debate la teoría de si el Zaragoza sufre realmente un problema de entrenador o el argumentario sobre sus incapacidades hay que repartirlo en otros frentes. En todo caso, pase lo que pase, una derrota hoy dejaría herido a Milla, quien, poco a poco, va recuperando elementos futbolísticos para subirle el nivel de juego al equipo. Hoy, José Enrique asalta el lateral izquierdo. También Xumetra aparece como opción real de inicio (él o Barrera parecen la duda de Milla). Vuelve Marcelo Silva… Es decir, a falta de Cani, Milla ya cuenta con varios ingredientes principales de su menú.


El Zaragoza es firme en casa, solo ha encajado gol en sendos penaltis, y se siente cómodo y protegido. Al partido habrá que buscarle un dueño, pues el Elche acostumbra a pretender la pelota y usarla desde sus líneas más retrasadas. El guión es imprevisible entre dos equipos en problemas, aunque un dato lanza pistas: el Elche es el conjunto más goleado de Segunda (15) y el Zaragoza el tercero (13). Luis Milla podría seguir matizando la formación inicial y continuar acercando a Ángel a Juan Muñoz en una doble punta en la que el canario ocuparía los espacios intermedios. Corre peligro la plaza de Erik Morán y Fran entra en el lateral derecho tras la lesión de Isaac.


En el Elche, sin el sancionado Matilla, destaca la presencia de exzaragocistas. Vuelve Albert Dorca a La Romareda, un mediocentro con casi 80 partidos en el Zaragoza de los dos últimos años, un dato que ya de por sí solo podría explicar por qué el Zaragoza está donde está. También regresa Pedro Sánchez, un buen futbolista cuyo problema fue creer que lo era. Y no lo harán otros, como Lolo, a quien casi nadie recuerda por aquí ni Eldin, un jugador con calidad, algo frágil, pero sobre todo a merced del negocio del fútbol. Titulares en el equipo de Toril serán Dorca y Pedro, así que no sería extraño, teniendo en cuenta el sino del Zaragoza, donde casi todo lo que va mal es susceptible de ir a peor, que ellos participen en cualquier amargura del equipo aragonés. Milla y sus chicos deben encargarse de evitarlo.

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