El potencial de un filial se valora tiempo después

El Zaragoza se enfrentó recientemente a equipos B con jugadores como Lucas Vázquez, Sergi Roberto, Munir, Diego Llorente, Perotti, Halilovic...

El ahora internacional absoluto con España, Lucas Vázquez, pugna con el zaragocista Montañés en el campo de Valdebebas durante el partido RM Castilla-Real Zaragoza de hace tres temporadas en Segunda División.
El ahora internacional absoluto con España, Lucas Vázquez, pugna con el zaragocista Montañés en el campo de Valdebebas durante el partido RM Castilla-Real Zaragoza de hace tres temporadas en Segunda División.
Enrique Cidoncha

¿Qué potencial encierra en sus filas el Sevilla Atlético que se enfrenta este sábado al Real Zaragoza? La respuesta, tratándose de un filial, no puede ser fidedigna en el momento presente. Un equipo de promesas, de chicos veinteañeros e, incluso, juveniles, esconde infinidad de tesoros en el plazo corto y, para poder hacer una valoración real, es necesario dejar pasar un tiempo. El partido es este sábado de octubre de 2016, pero la cotización verdadera de los muchachos del B del Sevilla se sabrá dentro de dos, tres o cuatro años. Son una inversión a futuro, con presente inestable. Por eso, para clubes como el Real Zaragoza, este tipo de enfrentamientos ligueros tienen mucho de aventura.


Sirva el ejemplo que ha dejado en el historial del Real Zaragoza el ramillete de enfrentamientos con otros filiales desde que descendió de Primera en junio de 2013. En su día, el equipo aragonés debió visitar y fue anfitrión de los segundos equipos del Real Madrid, del Barcelona y, el año pasado, del Athletic de Bilbao. Hablamos únicamente de los últimos tres años naturales.


Cuando se cruzó con los cachorros merengues, ganó en Valdebebas 1-2 y perdió 0-2 en La Romareda. En aquellos precisos momentos, los chicos de La Fábrica eran desconocidos más o menos emergentes. Hoy, tres años después, resulta que responden a nombres tan rotundos como los internacionales absolutos con España Lucas Vázquez (primer equipo del Madrid) y Diego Llorente (Málaga); también Omar Mascarell (Eintracht Frankfurt), Willian José (exzaragocista, ahora en la Real Sociedad), el portero Pacheco (Alavés), Medrán (Valencia), Jaime (otro exzaragocista, ahora en el Osasuna)... futbolistas que juegan en Primera División, algunos con notables prestaciones como se ve. 


En el Barça B, con el que el Zaragoza perdió tres de sus cuatro enfrentamientos en dos años, figuraban muchachos casi anónimos que, para muchos, empezaron a sonar en aquellos días de partido contra el equipo zaragocista y que, dos y tres años más tarde, vienen a ser los internacionales españoles Sergi Roberto y Denis Suárez (primera plantilla del Barcelona, éste segundo tras pasar por los 'europeos' Sevilla y Villarreal); el también internacional Munir (Valencia), Sandro (Málaga), Planas (Celta), Adama (Middlesbrough), Samper (Granada), Patric (Lazio de Roma), Grimaldo (Benfica de Lisboa), Halilovic (Hamburgo), Babunski (Estrella Roja de Belgrado), Sanabria (internacional paraguayo, ahora en el Betis tras pasar por el Sporting de Gijón)... todos futbolistas de primer nivel en el rabioso presente, habituales en la Champions League u otras competiciones de alto rango.


Para ver lo que era el Athletic B del año pasado, aún hará falta dejar envejecer en barrica durante un año o dos a aquellos chavales rojiblancos que claudicaron, dando mucha guerra al Zaragoza, tanto en San Mamés como en La Romareda. Y, por lo tanto, algo similar sucederá con la cosecha del Sevilla Atlético que, en este curso 2016-17, ejerce el papel de equipo filial en Segunda División y que tan extraño parece como adversario a equipos históricos como el Real Zaragoza.


En este caso concreto, es un buen ejercicio revisar lo que fue el anterior Sevilla Atlético de Segunda División, aquel de 2008 que ya se enfrentó al Zaragoza en Segunda el año de Marcelino. El equipo zaragocista le ganó 0-4 en el Pizjuán y 4-0 en La Romareda. Dos goleadas que suponen la mayor diferencia marcada en liga por el cuadro blanquillo ante un equipo B. En aquel Sevilla promesas figuraban Perotti (ahora el el Roma, tras pasar por el propio Sevilla y el Genoa), De la Bella (lateral de la Real Sociedad), Marc Valiente (un clásico del Valladolid en la máxima categoría), el colombiano Bernardo (ahora en el Middlesbrough tras jugar en el Racing de Santander y el Sporting de Gijón), Armenteros (jugó en Primera en el Sevilla, Xerez, Osasuna y Rayo Vallecano), Tavares Cabral (Sunderland), José Carlos (militó en la élite en el Sevilla y el Rayo), Víctor Díaz (hoy en el Leganés), Cala (ahora en el Getafe, cuya carrera en Primera fue en el Sevilla, Cardiff, Granada y el club getafense)... No eran un equipo escaso de calidad, como se aprecia. Disponía de un buen número de hombres que, a posteriori, han tenido un buen espacio en el fútbol del primer vagón de Europa.


Este es el riesgo de jugar ante un filial. En cada poro de la piel de los jóvenes contrincantes, el Real Zaragoza debe temer a una futura estrella, a un futbolista que triunfará en alguna gran liga dentro de un tiempo prudencial. Hoy son brotes a cuidar y regar por su club nodriza, en este caso el Sevilla. Pero, con seguridad (ver los ejemplos del pasado recientísimo), varios de ellos sonarán con fuerza dentro de un lustro o, quizá, algo antes.

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