Milla, abocado a cambios de mucho peso específico

La sanción de Marcelo Silva y la probable ausencia de Ángel trastocan los cimientos de la defensa y la delantera. La vuelta de Xumetra puede ser un paliativo.

Luis Milla, pensativo, en el último entrenamiento del equipo la semana pasada en La Romareda.
Milla, abocado a cambios de mucho peso específico
Guillermo Mestre

Confirmada la sanción de Marcelo Silva por acumulación de tarjetas, Milla pierde para el partido de este sábado al principal baluarte de la dubitativa defensa en lo que va de curso. Y si Ángel -el delantero centro titular del equipo- no puede jugar en el Sánchez Pizjuán a causa de las molestias musculares que sufrió el miércoles y que lo llevaron al túnel de resonancias del hospital el jueves por la mañana, el técnico turolense perdería asimismo al '9' de referencia en su pizarra táctica preferida hasta hoy. De confirmarse el problema de Ángel, el Real Zaragoza acometería el choque ante el filial sevillista notablemente mermado, ya que habría que unir estas bajas de alto rango con la todavía vigente de Cani en la línea de medios.


Xumetra, que lleva tres partidos sin jugar por un traicionero esguince de tobillo (parecía leve y ha terminado siendo mucho más serio), apunta a ser el paliativo a tanto infortunio. El extremo catalán podría entrar en la convocatoria tras volver a entrenarse este jueves después de 19 días ausente con el grupo. No obstante, su ritmo de juego está difuminado por motivos obvios y, a su regreso, necesitará de un tiempo de puesta a punto. Hasta la conclusión de la última sesión preparatoria de este viernes, no se despejará la incógnita de si Xumetra está en condiciones de aportar al equipo sin riesgos de recaída -lo de la titularidad sería cuestión de debate posterior- o si, por el contrario, ha de quedarse todavía en casa un fin de semana más.


En todos estos casos, la figura del entrenador sale a relucir. Luis Milla acomete ante el equipo B del Sevilla el partido con más cambios forzosos en lo que va de curso. Un reto para el preparador aragonés en un día donde solo la victoria calmará las ansias de puntos y sosiego que pide el día a día del equipo, del club y de la afición. Las tres jornadas previas, en las que el Real Zaragoza no ha conseguido el triunfo ni ante el Nástic (0-0), ni ante el Numancia (derrota 2-1), ni ante el Córdoba (1-1), ejercen de cuña de presión natural para el equipo en el Sánchez Pizjuán. Y el destino parece querer que este partido vaya a jugarlo el cuadro zaragocista sin varios de sus puntales principales.


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