El Real Zaragoza llega a Sevilla, en este fin de semana de arranque de las fiestas pilaristas, presionado por los cuatro costados para lograr la victoria en el Sánchez Pizjuán. A Luis Milla y sus muchachos, el devenir de la liga los ha llevado a un rincón de castigo del que tienen que salir triunfantes cuanto antes. Necesitan reparar de un solo golpe sus constantes errores como visitantes, requieren además romper de raíz una mala racha que se ha ido a tres jornadas seguidas sin conocer la victoria.

Y, este cuadro de cierto estrés que presenta el equipo de Milla en esta 9ª jornada liguera, se acentúa si se tiene en cuenta el perfil del rival y las hechuras del partido que se va a acometer este sábado (20.00) en el Sánchez Pizjuán: el contrincante es el filial del Sevilla FC, un grupo de jóvenes futbolistas con escasa experiencia en el fútbol profesional que, además, está abollado por innumerables bajas en lo que ha sido su armazón titular hasta ahora. En definitiva, el actual Real Zaragoza, el que sigue en formación, aclimatación y construcción tras un verano de remodelación casi total de sus estructuras deportivas, no debe concebir en sus presupuestos otra cosa distinta a una victoria en Nervión, los tres primeros puntos de tacada a domicilio en este curso, donde las cuatro salidas anteriores han significado otros tantos chascos (dos empates escasos y dos derrotas lacerantes).

Luis Milla tendrá que esperar hasta la hora de la comida, tras su clásica sesión de activación matinal programada en la Ciudad Deportiva sevillista al mediodía del mismo sábado, para cerrar su once inicial, en el que no estará el sancionado Marcelo Silva. No quiso anticipar su sustituto, aunque sugirió la vuelta de Bagnack, estigmatizado tras sus dos penosos partidos de estreno que lo ubicaron en el ojo del huracán zaragocista tras sus graves yerros ante el Valladolid en la Copa y en Valencia ante el Levante. Se ha llevado a dos titulares tocados: el ariete Ángel, al que espera alinear desde el principio, y al extremo Xumetra, al que le guarda sitio en el banquillo para utilizarlo a partido corrido. Los demás, ante la falta de fondo de armario que convenza al turolense, apuntan a ser los de siempre: Irureta, Isaac, Cabrera, Casado, Zapater, Morán, Javi Ros, Lanzarote y Juan Muñoz. Este último, hipermotivado en su regreso a casa, pues está cedido por el Sevilla tras despuntar en sus equipos base. 

El Sevilla Atlético aguarda al Real Zaragoza roto por la lesión de su ariete Carlos Fernández, que ya ha goleado este año en Primera División (marcó el gol del triunfo al Las Palmas con los de Sampaoli hace 20 días) y que se rompió el ligamento cruzado de una rodilla entrenando el jueves con el primer equipo. También es baja por problemas físicos el extremo Cotán, otro de sus chicos más adelantados en maduración. Asimismo, el B sevillista sufre el 'virus FIFA' en pleno fin de semana de partidos internacionales de selecciones nacionales. Por ese motivo, el entrenador local -Diego Martínez- no contará con el portero Ondoa (está con Camerún), el lateral zurdo Vukcevic (convocado con Montenegro) y el mediapunta franco-argelino Boutobba (internacional francés sub-21). Y, por último, cuenta con la ausencia del delantero centro Carrillo, sancionado por acumulación de cinco amarillas.

Ante esta catarata de bajas de relevancia, el técnico sevillista ha citado a jugadores del División de Honor Juvenil para completar los 18 convocados. Es el caso del goleador Mena (17 años); de los atacantes Pozo y Rubén; y del pivote central camerunés Yan Brice. La lista la componen los porteros Caro y Soriano; Carmona, Bernardo, Diego González, Borja San Emeterio, Cristian, Matos; Yan Brice, Schetino, Fede San Emeterio, Ivi, Juanje, Pozo, Curro, Borja Lasso, Mena y Rubén.

El árbitro castellano-manchego Javier Alberola Rojas es el encargado de dirigir este partido, con el resquemor aún vivo en los zaragocistas por los perjuicios que están sufriendo en el arranque de temporada en momentos muy puntuales de los partidos por parte de los colegiados. 

El Sevilla Atlético no ha perdido hasta el momento ningún partido en el Sánchez Pizjuán, que suele presentar unos pobres aforos y un aspecto semivacío en sus duelos (esta vez, sin fútbol de Primera y el tirón del Real Zaragoza, se prevé que, en vez de 4.000 espectadores, la cifra llegue a los 8.000). Pese a la manifiesta bisoñez de los filiales sevillanos, lograron empatar tres de sus cuatro compromisos (3-3 con el Girona, 1-1 con el Alcorcón y el UCAM Murcia) y ganaron a la SD Huesca por 2-0. El Real Zaragoza puede ser, por lo tanto, el primero que los supere en su feudo.

Milla espera un rival "con la ilusión de todos los filiales, intenso sin balón y que se siente cómodo cuando lo tiene que jugar". El entrenador zaragocista advierte de que "juegan con el estilo de su primer equipo, tienen su marca". El Real Zaragoza tiene que salir como sea de la espiral negativa en la que entró con aquel amorfo 0-0 en Tarragona, que prosiguió con la dolorosa derrota 2-1 en Soria y que continuó con el patinazo ante el Córdoba en La Romareda la semana pasada (1-1). Ese "es el reto", según las propias palabras de Milla. Arranca la jornada en 7ª posición. Aspira, si gana, a volver a la cabeza. Pero un nuevo tropiezo lo podría hacer despeñarse por debajo del puesto 12º o 13º. Sin duda, un mal paso de producirse.