Lo de Soria, ni tocarlo, ni nombrarlo

Luis Milla no quiere no oir hablar de Soria. Muy poco del partido en sí ante el Numancia. Y nada de nada de lo que sucedió después, con su rueda de prensa cargada de bombo y percusión aludiendo a una falta de carácter, a una escasa capacidad de reacción de sus futbolistas tras el 1-1 al borde del descanso. "He visto abatido al equipo en el descanso. Lo que nos ha pasado tiene que ver con lo mental. Tengo la sensación de que el equipo recibe golpes y no es capaz de salir adelante de ellos. Nos hemos caído y no hemos sido capaces de reaccionar", fueron algunas de sus frases en Los Pajaritos tras caer 2-1 después de ir ganando 0-1.

"No te voy a dar conclusiones porque es un poquito largo de explicar. Entonces, ahora no voy a hablar de conclusiones del otro día", respondió con contundencia cuando, en la rueda de prensa previa al choque contra el Córdoba, se le instó a explicar cómo había discurrido la semana en el vestuario y los alrededores tras aquel llamativo episodio. Su gesto evidenció el disgusto que le genera hablar de aquello.

Hubo una segunda pregunta desde la bancada de los periodistas al respecto, que interrumpió antes de acabar con movimiento negativo de la cabeza. "Al final, es una situación que ya está pasada y no es cuestión de darle vueltas. Es algo que tienes que analizar interiormente, con los jugadores... y ya está. Hay que ser muy positivo. La actitud, para mí, fue muy preocupante. Pero, a partir de ahí, tienes que ser muy positivo. Hay que darle naturalidad, pero yendo al quid de la cuestión", contestó con pocas ganas de entrar en materia y, eso sí, subrayando de nuevo su análisis de preocupación profunda por el modo en el que respondió el equipo a las adversidades frente al Numancia.

Es una evidencia que, lo de Soria, ha generado un moratón en la caseta, ha sido un golpe que duele y dolerá durante un tiempo. Tanto lo ejecutado sobre el césped, como las conclusiones del técnico tras el pitido final del árbitro. Milla quiere evitar cualquier salida del tiesto improcedente porque todo ha quedado muy sensible tras volver de la capital soriana. Así que, de eso, no toca hablar por ahora.