Marcelo Silva entra en zona de riesgo

Marcelo Silva ha visto tres tarjetas amarillas en tan solo cinco jornadas. La tercera se la mostró el árbitro en el último partido ante el Alcorcón, al borde del descanso, por una fuerte entrada a un rival. Las otras dos, las arrastra desde el segundo partido, en Lugo, y el tercero, el derbi ante el Huesca en La Romareda. Es el futbolista más amonestado del Real Zaragoza en el arranque liguero y ya solo está a dos tarjetas de ser suspendido un partido por acumulación (los ciclos de castigo son cada cinco amarillas). La contundencia con la que se viene empleando en determinados momentos del juego hace de Marcelo Silva un habitual en las reprimendas disciplinarias de los árbitros en forma de tarjeta. Y, de este modo, el charrúa ha adquirido un ritmo demasiado elevado a la hora de recolectar tarjetas.

No son tiempos para que la zaga del Real Zaragoza levante el pedal en su aplicación defensiva. Se les está achacando errores de marca; también falta de tensión, sobre todo fuera de casa, en jugadas que requieren más atención; disfunciones de compenetración entre parejas contiguas en la pizarra táctica, algo propio de un equipo aún no cohesionado por nuevo. Así que aconsejar a Marcelo Silva que adopte actitudes más moderadas en su manera de ser sobre el césped da la sensación de ir contra natura actualmente. Pero, es evidente, Silva parece haber entrado en una senda que augura varios partidos de sanción por cumplir ciclo de amarillas a lo largo de los 42 choques de la larga temporada de Segunda.

Once son los futbolistas del Real Zaragoza que han sido ya amonestados por los árbitros. Irureta, Zapater, Cabrera, Isaac, Cani, Lanzarote, Juan Muñoz, Ángel, Xumetra, Edu García y el referido Marcelo Silva. Todos salen a tarjeta por cabeza, excepto éste último, con sus tres cartulinas amarillas en las alforjas.