UCAM Murcia, Huesca... y ahora el Alcorcón: a por el 3 de 3 en La Romareda

El Real Zaragoza recibe a los madrileños a las 20.00 en el estadio municipal con el objetivo de seguir en puestos de ascenso.

La plantilla del Real Zaragoza, reunida en el centro del campo de La Romareda, donde reciben al Alcorcón, en el entrenamiento de este viernes.
La plantilla del Real Zaragoza, reunida en el centro del campo de La Romareda, donde reciben al Alcorcón, en el entrenamiento de este viernes.
Guillermo Mestre

Regresa el fútbol a La Romareda. Este sábado (20.00), el visitante del Real Zaragoza es el Alcorcón. Un modesto club del sur de Madrid que, por méritos propios y un excelente trabajo societario, se ha convertido en un clásico de la Segunda División en los últimos siete años, tiempo en el que optó en dos ocasiones al ascenso a Primera a través de la Promoción. Siempre está en el grupo de aspirantes. Difícilmente se le aprecia en la parte baja de la tabla por más que sus plantillas puedan ir mutando, como ha sucedido en el último verano. Es la tercera cita liguera del cuadro zaragocista en casa en los primeros pasos de la nueva temporada. Y el objetivo es bonito para los de Milla, dados los buenos antecedentes inmediatos: ganar al Alcorcón supondría hacer pleno de victorias en La Romareda, un rentable y brillante 3 de 3 que mantendría a los aragoneses en lo alto de la clasificación, en puestos de ascenso. Palabras mayores.


Porque, pese a las tremendas dudas de índole defensiva que el equipo de Luis Milla está manifestando en el comienzo del nuevo curso, resulta que las críticas, autocríticas (bendita y loable postura la de los propios protagonistas en estos casos) y propósitos de enmienda que se están dando en los últimos 15 días a diestro y siniestro, se están haciendo desde una posición de privilegio. El Real Zaragoza llega a la 5ª jornada como segundo clasificado, con 7 puntos, solo superado por su verdugo del sábado pasado, el poderoso Levante que viene de Primera. Y, con anterioridad, los zaragocistas fueron líderes en dos de las tres primeras jornadas.


Así que el duelo de esta noche sabatina -otra más, y se anuncia un aluvión para los próximos meses- se presenta harto interesante. Por un lado, el más seductor por positivo, la búsqueda del tercer triunfo encadenado en la mítica y mística Romareda, que se convertiría así en la base de una trayectoria magnífica del equipo blanquillo en el primer mes de competición. Y, por otra parte, el examen de la afición a un equipo todavía verde, sin la debida cohesión, que tiene lagunas tácticas, carencias en el juego y yerros mayúsculos en el apartado defensivo que le están penalizando puntualmente de manera seria.


Cierto es que, hasta hoy, esos problemas asumidos por todos han asomado, sobre todo, a domicilio, en Lugo y Valencia. En La Romareda, al UCAM Murcia le endosaron un 3-1 clarísimo (el gol pimentonero llegó en el tiempo de aumento en un penalti anecdótico) y al Huesca, en el derbi regional, el Real Zaragoza lo superó por 1-0. No son resultados extraños bajo ningún concepto, no denuncian ninguna rareza en la conducta de los de Milla. Ambos pudieron -y debieron- dejar la portería de Irureta a cero. Lo lograron frente a los oscenses y solo el citado penalti absurdo del final abolló los guarismos ante los murcianos. Lo anómalo, lo verdaderamente feo, ha ocurrido lejos del hogar: aquel agrio 3-3 del Anxo Carro lucense tras ir ganando 1-3 hasta el final y, hace nada, la goleada por 4-2 en el Ciutat de Valencia que escoció por el qué y por el cómo.


Es una tarde-noche sugerente. Interesante. También porque, con la llegada de las primeras bajas por lesión, Milla se ve obligado a mover el corto género del que dispone un año más el plantel zaragocista de las restricciones de la LFP en esta liga tan intervenida. Se verá al primer Zaragoza sin Cani, ausente para un tiempo. Seguirá fuera de órbita Morán. El centro del campo, por ello, tendrá otra cara, otro perfil, con Ros y Barrera en posición de aspirantes a la titularidad de largo recorrido. Volverá Cabrera, para alivio general, dada la deficiente puesta en escena de Bagnack en los dos últimos partidos. Y se olisquea un cambio en el lateral derecho de la defensa, demasiado blando hasta ahora, donde Isaac puede dejar su lugar a Fran. También por el lado de la alineación la cita tiene sustancia para el espectador.


El Alcorcón llega sin uno de sus dos mejores estiletes ofensivos, el mediapunta o extremo diestro Óscar Plano (9 goles y otras tantas asistencias el año pasado). Está lesionado y no podrá acompañar a su guía, el ariete David Rodríguez (19 tantos en la liga anterior, 20 hace dos años). El entrenador amarillo, el rumano Cosmin Contra, alineará un equipo cuya base está siendo hasta ahora un once con Dmitrovic; Fede Vega, Rafa Páez, Elguezábal, Bellvís; Toribio, Víctor Pérez; Pablo Pérez, Samu; y David Rodríguez. Efectivamente, este listado solo cuenta con 10 hombres. Falta uno, que tendría que ser Plano. Ahí tendrá que entrar su sustituto. Tal vez Álvaro Giménez (ex del Elche y el Mallorca), o tal vez Iván Alejo, un joven llegado del Villarreal B hace nada. 


El partido tiene sus atractivos pese a no ser de los que más nombre le da al cartel. Los madrileños llegan a Zaragoza con 5 puntos, después de ganar el pasado fin de semana su primer partido, por 1-0 al Nástic de Tarragona en su pequeño campo de Santo Domingo. En mitad de la tabla, con opciones de ir hacia todos lados según se dé el choque de La Romareda. Los zaragocistas tienen a tiro alcanzar ya la primera decena de puntos cuando esto no ha hecho más que comenzar. Un triunfo del Real Zaragoza garantizaría seguir en la cumbre un tiempo más. Es decir, lo que todo el mundo desea dentro y alrededor del club. El lugar perfecto para vivir semana a semana.

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