Tres victorias seguidas en casa, algo poco habitual en el Zaragoza de Segunda

Luis Milla y su equipo tienen a mano el sábado firmar un inicio notable de la liga como locales. Lo harán si vencen al Alcorcón, el tercer visitante de La Romareda en lo que va de torneo. Será así porque significará la concatenación de tres victorias seguidas, tras la obtenidas ante el UCAM Murcia (3-1) y el Huesca (1-0) en las jornadas 1ª y 3ª, las precedentes en el estadio municipal. Lograr una cosecha de 9 puntos de 9 en una sola tacada, hecho que suele ser habitual en los equipos que acaban arriba en la clasificación final durante muchas fases de la competición (incluso lotes de más partido seguidos ganando en campo propio, cuatro, cinco, seis...), no se ha visto a menudo últimamente en Zaragoza desde que el equipo se cayó de Primera División hace cuatro campañas. De hecho, es una serie que solo ha ocurrido cinco veces en las tres temporadas completas precedentes. Demasiado poco. 

En el primer año en Segunda, el curso 2013-14, la afición de La Romareda no disfrutó de tal efecto. Ni una sola vez el Real Zaragoza hilvanó tres victorias seguidas en un año irregular al principio y caótico al final. Ni el grupo que dirigía Paco Herrera fue capaz de tal marca ni, después, el reventado vestuario que heredó Víctor Muñoz la rozó siquiera.

En el segundo curso de plata, el 2014-15, la tacada de tres partidos seguidos con éxito en La Romareda se vio dos veces. Una, al principio, aún con Víctor en el banquillo. El Real Zaragoza ganó 1-0 al Alavés en la jornada 5ª; al Mallorca 2-0 en la 7ª; y al Racing de Santander por 2-1 en la jornada 9ª. La segunda llegó ya con Ranko Popovic aterrizado en la capital aragonesa. Los blanquillos vencieron 2-0 al Leganés en la jornada 21ª; repitieron 2-0 ante el Recreativo de Huelva en la 22ª, una semana después; y golearon 4-0 al Barcelona B en la 24ª. 

El año pasado, de catastrófico final, este efecto de la terna de triunfos seguidos en La Romareda se dio tres veces, una con Popovic y dos con Carreras. La primera, con el serbio, engarzó victorias por 1-0 ante el Alavés, 2-0 contra el Tenerife y 2-0 asimismo frente al Elche en las jornadas 7ª, 9ª y 11ª. La segunda, ya con Lluís al frente del grupo, fue aquella del 1-0 al Leganés en la 24ª jornada; 3-1 al Lugo en la 27ª; y el 1-0 al Albacete en la 29ª. Y la tercera y última, en la recta final del curso, la proporcionaron los triunfos contra el Mallorca (2-1, en la 33ª), Alcorcón (3-1, en la 35ª) y 2-0 frente al Bilbao Athletic, en la 37ª.

No es nada del otro mundo, para los equipos punteros, enlazar tres victorias seguidas en casa. Al contrario, es un reto sencillo de lograr si el plantel es potente. Eso sí, en los últimos años de extrema igualdad, la cota no suele pasar de cinco (Sporting de Gijón, Leganés...) porque los empates asoman en cualquier esquina de improviso. Como dato comparativo sirva recordar que, en los anteriores descensos, donde el Real Zaragoza subió a la primera, los techos de triunfos en serie en La Romareda fueron mayores. Con Marcelino García Toral, en la liga 2002-03, la tacada mejor fue de 5 partidos consecutivos en casa con tres puntos en las alforjas. Y con Arsenio Iglesias, en el lejano curso 1977-78, el Real Zaragoza firmó un paso como local casi impecable, de tal manera que estuvo 14 jornadas seguidas en La Romareda sumando triunfo tras triunfo.

Eso sí, para poder pensar o aspirar a mejorar lo hecho últimamente, lo primero es igualar la tacada de tres. Y este sábado, frente al Alcorcón, es la oportunidad. Tratándose de los tres primeros partidos en casa del nuevo año, la valoración inmediata sería muy positiva, mucho más en medio de las dudas que el equipo ha generado por sí solo en sus choques a domicilio.