"No vengo aquí por dinero, solo a jugar y a subir al Real Zaragoza a Primera"

José Enrique Sánchez, el nuevo jugador del Real Zaragoza que, con su llegada al club aragonés desde el Liverpool, ha sorprendido a todo el fútbol español, ha reseñado en su presentación los aspectos más importantes de su aterrizaje en la capital aragonesa cuando nadie esperaba un fichaje de su categoría. Lo más difícil de entender para la generalidad del mundillo de balompié en España es la rebaja del caché del lateral valenciano, que en su última temporada en Anfield Road, en un club de Champions League, tenía una ficha superior a los 3 millones de euros. "Yo no vengo aquí por dinero. Ni mucho menos. He venido a jugar. Y solo le pido a Dios que me respeten las lesiones. Si es así, sé que voy a aportar muchísimo a este club", aclaró el jugador en su discurso de presentación ante la afición blanquilla. Es una obviedad que el Real Zaragoza no puede pagar a estas alturas del verano ni una minúscula parte de su anterior salario en Inglaterra.

Desde el punto de vista exclusivamente deportivo, lo más requerido para poder evaluar el verdadero calado de su fichaje es conocer cuál es su estado físico, toda vez que los números de la trayectoria de José Enrique en la Premier League inglesa advierten de un notable descenso en la participación con el Liverpool en las tres últimas temporadas: hace tres campañas jugó solo 9 choques, hace dos participó en 10 entre todas las competiciones y el último curso de nuevo se quedó en únicamente nueve apariciones con la camiseta 'red' sobre el campo. Esta presencia escasa en las alineaciones contrasta con la alta media anterior, donde el lateral valenciano superó el promedio de 30 partidos por temporada durante un lustro de exitoso juego en las islas británicas.

José Enrique ha reconocido que, sin estar mal, no llega en el estado más óptimo como para jugar de inmediato y que va a necesitar un tiempo prudencial de readaptación. "Terminé mi contrato con el Liverpool en junio y la temporada concluyó en mayo. Desde entonces, tuve un preparador físico para entrenarme. Y este verano he estado entrenando solo muchas veces. Estoy en las mejores condiciones que uno puede tener haciendo eso", describe con sinceridad. "Desde hoy, el club ya se ha puesto en marcha y estoy trabajando al máximo posible para que, cuando el entrenador crea que estoy totalmente bien para jugar, estar a su disposición", apostilla.

El nuevo lateral zurdo zaragocista, de 30 años, recuerda el episodio que, hace dos temporadas, acabó siendo clave para su paulatino apartamiento de la titularidad y de los planes del club de Liverpool. "Tuve una lesión de rodilla (menisco). Es una historia un poco larga. Hubo una equivocación por parte del club, del Liverpool en este caso. Y la lesión tardó en curarse más de lo que debía haberlo hecho. Y, a partir de ese momento, se me complicó todo más de lo normal en los últimos dos años. Pero son cosas del fútbol y esto es ley de vida. Todos tenemos nuestros problemas. Ya el año pasado no tuve ningún tipo de problema con esa rodilla. Si no jugué fue por motivos estrictamente técnicos", rememora sin entrar en más detalles.

José Enrique llega a Zaragoza en un momento de evidente inflexión dentro de su larga carrera, que comenzó como profesional a los 19 años. Se acabó para él su década inglesa y regresa a casa para encarar el último tramo de su trayectoria en el fútbol de élite. "Me siento muy bien. Ahora estoy igual que cuando firmé por el Newcastle o el Liverpool. He fichado por dos años en el Real Zaragoza con un solo objetivo: devolver a este club a donde merece, que es la Primera División", afirma el defensor valenciano. "Cani y Zapater me han vendido muy bien el club y ellos han sido decisivos para que esté aquí, eso es cierto", añade en referencia a sus viejos amigos con los que ahora se vuelve a juntar con el mismo escudo y la misma camiseta.