Con vosotros, a Primera

Segunda no es lugar para un club de Primera. El Real Zaragoza es de Primera, y no de los malos precisamente... La afirmación no responde a una argumentación apasionada: son datos, la estadística que aglutina a lo mejorcito del fútbol patrio. Sí, el Zaragoza integra junto a Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid, Valencia y Sevilla el exclusivo trono de clubes españoles con títulos europeos en sus vitrinas. Athletic de Bilbao, Espanyol, Real Sociedad y Betis completan la nómina privilegiada que reúne a los 10 primeros clubes en la clasificación histórica de la Primera División española. La colección de Copas llevadas ante el manto de la Virgen del Pilar –igual del Generalísimo que del Rey o la de Ferias y, sobre todo, la Recopa– subrayan el itinerario de una entidad que este curso surcará de nuevo las carreteras secundarias del fútbol español con el objetivo de regresar al territorio que le corresponde, la Primera División.

Se está pagando un peaje muy caro. La actual será la cuarta temporada consecutiva en Segunda División. Ya hace demasiado tiempo que ese equipo bonito que desde los años 60 aparecía cada década para enseñar cómo se juega de verdad a esto del pelotón se despeñó a Segunda. Ya hace demasiado tiempo que esos portadores de fútbol de etiqueta que no solo le miraban a los ojos al Real Madrid y al Barça, sino que si se descuidaban les metían media docena, no aparecen en la élite. Ya hace demasiado tiempo que no ruge el león rampante en el cogote de los popes del fútbol mundial. Ya hace demasiado tiempo que el fútbol español no se frota los ojos viendo cómo la toca el equipo de Los Magníficos, el de Los Zaraguayos, el fútbol de flipar de Beenhakker, el de la Quinta de París... ¡Ya hace demasiado tiempo que el Real Zaragoza no juega en Primera!

Está costando ascender. Desde que Los Magníficos instalaron al Zaragoza en la vanguardia, el club ha caído cinco veces a Segunda, y en las cuatro ocasiones anteriores había ascendido a Primera a la primera. El penúltimo descenso, el de 2008, consumado con la plantilla de mayor presupuesto en la historia de la entidad, representó un enorme lastre económico. Como consecuencia, el club sufrió los rigores de un concurso de acreedores. El último descenso, el de 2013, constituye el reflejo deportivo de esa ruina económica. La entidad escapó de milagro de la desaparición en 2014. La rescató el Fundación Zaragoza 2032, cuya llegada ha representado un punto de inflexión en la gestión del club, una gestión seria que tarde o temprano acabará plasmada en el terreno de juego. Volveremos a Primera.

Volveremos a Primera, aunque este año tampoco está sencillo. Viene el Real Zaragoza de sufrir una enorme decepción en la última jornada del pasado curso, donde un inesperado 6-2 en el campo del descendido Llagostera lo dejó fuera del ‘play off’ de ascenso. Un año antes, apenas unos minutos separaron al conjunto aragonés de Primera ante Las Palmas. Tras el duro impacto emocional del oprobio de Palamós, el club se movió ratificando en el cargo de director deportivo a Narciso Juliá, que apostó por el turolense Luis Milla como sustituto de Lluís Carreras. Juliá y Milla se ajustan al llamado ‘canon Barça’, ese estilo patentado por Cruyff que Guardiola lo adaptó en el siglo XXI. Les gusta jugar al fútbol a Juliá y a Milla. Y el Zaragoza, desde luego, va a intentar mover la pelota en la Segunda División. Tocarla y ganar partidos.Guiño aragonés

Milla no representa el único guiño aragonés del proyecto. En su objetivo de unir más el equipo a su tierra, llegaron Zapater y Cani como primeros fichajes. Referentes dentro y fuera del campo, sobre estos dos futbolistas se espera edificar el equipo ascensor. Su regreso a la capital aragonesa evidenció que, pese a militar en Segunda, el Zaragoza y el zaragocismo están más vivos que nunca. Más de 5.000 aficionados aclamaron al ejeano. Otros tantos (y eso que llovió...) se partieron las manos para celebrar la vuelta de Cani. Ellos deben ser los catalizadores. Eso sí, la Segunda está más difícil que nunca con el descenso de tres clubes (Rayo, Getafe y Levante) que multiplican el presupuesto aragonés.

También cuentan Valladolid, Mallorca, Córdoba, Nástic, Girona, Almería, Oviedo, Cádiz... Pero al Zaragoza lo arropan no solo los 5.000 incondicionales que abrazaron a Zapater y Cani, sino los más de 20.000 abonados de una seña de identidad de Zaragoza y de Aragón. Con estos argumentos, con el rigor en la gestión de una entidad que paga puntualmente pese a las obligaciones heredadas, el Zaragoza pretende regresar a Primera. ‘Donde sea, pero contigo’, reza el eslogan de este año. Con vosotros, a Primera. Porque Primera es la categoría que merecéis vosotros, zaragocistas. Y con vosotros se logrará. Porque con vuestro empuje, con la energía emanada de la grada, La Romareda volverá a ser lo que siempre fue: territorio de Primera.