Bendecidos en el Pilar...

Como cada año en los prolegómenos del inicio de la temporada, todos los componentes del Real Zaragoza, desde los despachos hasta el vestuario, cumplieron este jueves con la tradición de acudir al Pilar para llevar a cabo la ofrenda floral a la Virgen. Una señal de salida a cada campaña futbolística que permanece indeleble desde hace más de medio siglo y que será perenne en el tiempo. Esta vez, Zapater y Cani, los capitanes aragoneses regresados a casa en su madurez deportiva, fueron los encargados de portar la preciosa cesta con los pétalos blancos y azules alusivos a los colores del club zaragozano. El maestro de ceremonias, desde la recepción en el templo y hasta los pies de la imagen de la Virgen, que portaba como siempre en este día el manto del Real Zaragoza, no podía ser otro que Juan Antonio Gracia, el entrañable capellán del club aragonés desde la época de los Magníficos y el primero forofo zaragocista allá donde fuere. Y, ya ante el camarín, la principal novedad de este año la puso Christian Lapetra, el presidente, que fue el encargado de poner voz a la plegaria, hecho que habitualmente llevaba a cabo siempre uno de los capitanes.

En su breve súplica, Lapetra pidió ayuda para "ser unos deportistas íntegros, unos profesionales ejemplares, conscientes de que los éxitos no se regalan, sino que se merecen". Y, sin nombrarlo, el presidente blanquillo lanzó un guiño al objetivo del ascenso, siempre presente en el envoltorio del zaragocismo desde que se perdió la Primera División hace ya tres años. "Danos brío, tesón, coraje y amor a la hermosa causa que perseguimos todos, para que al fin este año se cumplan nuestros sueños", concluyó su rogativa.

Juan Antonio Gracia, canónigo emérito del Cabildo Metropolitano de Zaragoza y Prefecto de La Seo, incidió en la petición de apoyo "para que este año se cumpla el sueño colectivo", pero recordó que "Dios no mete goles; los goles los meten los jugadores, pero sí que la Virgen os puede proteger y le pedimos que esté siempre con vosotros. No cedáis nunca a la fatiga y pensad que estáis defendiendo, no solo una trofeo de plata o una medalla, sino uno de los más hermosos sentimientos, colectivamente sentidos, de todos los aragoneses, como es el Real Zaragoza".

Gracia hizo una retrospectiva al pasado floreciente del Real Zaragoza. "Si queremos repetir la preciosa imagen que ha tenido la Virgen del Pilar con sus nueve trofeos, siete nacionales y dos europeos, que uno a uno le hemos ido trayendo a sus pies; si queremos volver a celebrar los éxitos en los que teníamos a toda la ciudad aquí, no olvidéis, queridos deportistas, que además del músculo existe el espíritu. Sed honrados, honestos, cumplidores del deber, esforzados, buscadores de la excelencia, sabiendo hacer el 'fair play', amar a la tierra que pisáis y, vuestro sueño, al fin, por fin se cumplirá", subrayó el capellán con letras gruesas.