Edu García, vuelta a casa cuatro años después

El regreso de Edu García al Real Zaragoza es un hito anormal en la historia del Real Zaragoza. El interior diestro de 26 años salió del club con 22 en el verano de 2012, después de haber transitado por todos los escalafones de la Ciudad Deportiva hasta acabar con sus tres temporadas en el filial, entonces Zaragoza B, del que se marchó rumbo a la Tercera División aragonesa, como tantos otros casos en las últimas décadas. El Ebro y el Ejea han sido sus equipos en este periodo. Lo habitual en este tipo de maniobras ha sido que los futbolistas en cuestión se pierdan para el fútbol profesional. Desde hace 30 años, de todos cuantos han salido rebotados del filial del Zaragoza, solo se recuerda un caso similar de supervivencia y ascenso final a la élite desde las categorías 'amateur': el de Luso Delgado, actual capitán del Córdoba. Ahora, Edu García se le une en ese meritorio camino de espinas hasta obrar una resurrección para la mayoría ya inesperada.

Por esto, Edu García es el hombre más feliz del actual vestuario zaragocista. "Soy un chico de la casa, estuve 10 años aquí. Me han formado en el Real Zaragoza. Regresar ahora es un sueño cumplido que ahora empieza para mí", declaró en el acto de su presentación oficial, que fue suspendido y aplazado el día anterior por problemas en el reconocimiento médico.

Al respecto, ni el club ni el jugador han querido entrar en lo mollar de los motivos: el miedo a las secuelas de su vieja lesión de tobillo, que precisamente sufrió jugando en el filial zaragocista hace seis campañas, y que tuvo un recordatorio involuntario en abril al caer lesionado nuevamente en esa articulación en el partido que disputó el Ebro en Portugalete, donde fue cazado por un defensor vasco antideportivamente. "No he tenido en estas horas ninguna preocupación por pensar que igual no se cerraba el fichaje por el Real Zaragoza. Se ha armado más revuelo de lo que era situación real. Yo estaba muy tranquilo. El club me ha dicho que había una prueba que en ese momento, no sé si por una máquina o por el doctor que la llevaba a cabo, no se podía hacer. Y no estaba bien presentarme sin acabar del todo el reconocimiento médico", justificó Edu García en su puesta de largo.

Llegar de Segunda B al primer equipo zaragocista no le asusta al interior diestro, que puede jugar perfectamente a pierna cambiada. "Bendita responsabilidad la de intentar llevar al Real Zaragoza a Primera División. Cuando salí de mi casa era un chaval, no era un futbolista maduro. Ahora vuelvo maduro, hecho. Y que el Real Zaragoza se haya fijado en mí, no tengo palabras para agradecerlo", asegura Edu García.

Desde ya mismo, su objetivo es alcanzar cuanto antes un mínimo de ritmo competitivo que le permita ponerse enseguida a trabajar con el resto del equipo. Es el mismo caso de Lanzarote, con el hándicap de que Edu García no solo ha estado parado completamente, sin un club oficial donde entrenarse, desde que acabó la liga. En su caso, también se perdió el último mes y medio por la mencionada lesión en el tobillo que le ocasionaron en Portugalete. "Como no he hecho pretemporada con ningún club, busqué un preparador físico particular. Y llego con esa base física ya cogida. Solo me falta el ritmo necesario para competir", argumentó con sinceridad.