Whalley ya no se entrena con el Real Zaragoza
A lo largo de la jornada de este lunes se espera que sea oficial su desvinculación del club. Finalmente, el Sporting de Gijón desatasca su fichaje.
Óscar Whalley ya no se entrenó con la plantilla del Real Zaragoza en la mañana de este lunes, 8 de agosto. El portero canterano, si todo transcurre según lo previsto en el arranque de la nueva semana, firmará finalmente en las próximas horas su contrato como nuevo jugador del Sporting de Gijón, uno de los equipos con los que el club aragonés ha negociado en las últimas horas la opción de salida del joven guardameta, de 22 años, conversaciones que quedaron atascadas por diferentes desacuerdos el pasado jueves.
El sábado, cuando el equipo que viajó a Vitoria para jugar ante el Alavés se entrenó por la mañana en el estadio de La Romareda, a Whalley se le citó a solas en la Ciudad Deportiva junto a los lesionados y tocados Marcelo Silva, Javi Ros y Lanzarote. Su salida del club era cuestión decidida e irreversible desde hace dos semanas. La propuesta del Real Zaragoza para Whalley, en un principio, fue obrar una cesión a un equipo puntero de Segunda B para que el portero tuviese los minutos que necesita para seguir progresando. La dirección deportiva contaba con él para el futuro, pero en el presente se pretendía ejecutar ese préstamo al que el guardameta y su entorno se negaron tras regresar del Boltaña el pasado 26 de julio. Whalley consideraba un paso atrás inaceptable bajar a jugar a Segunda B tras haber militado las últimas dos campañas en Segunda División, el año pasado cedido en el Huesca (participó poco a la sombra de Leo Franco) y el anterior en el propio Real Zaragoza (compartió puesto con Bono).
Tras cuatro días de escasquillamiento en los tratos con el Sporting y con la opción de varios equipos ingleses abierta desde el club (su padre es británico), las posturas se han aproximado y las diferencias se han limado. Whalley ha optado por desvincularse del club aragonés, en el que se ha formado desde niño. Y su apuesta es irse a Gijón, equipo de Primera División, en un rol que de entrada es secundario, como tercer arquero de la plantilla de Abelardo tras el veterano Cuéllar y el reciente fichaje Mariño.
