La presencia de Marcelo Silva en el inicio del primer entrenamiento de la semana en la Ciudad Deportiva es la mejor noticia para Luis MIlla en los últimos días. El central uruguayo de 27 años, puntal defensivo en el nuevo equipo que está conformando Narciso Juliá, llevaba 14 días al margen del grupo por culpa de una inoportuna lesión muscular ocurrida en el amistoso de Almudévar el pasado 26 de julio, al regreso de Boltaña.

El nuevo fichaje para la zaga sufrió una pequeña -pero peligrosa- rotura en los aductores que ha necesitado de reposo y cuidados específicos durante este tiempo. Este tipo de dolencias en la zona inguinal son de incierta evolución, por lo que en los primeros momentos se llegó a poner en duda que Marcelo Silva llegase a tiempo de debutar en el primer partido de liga, el lunes día 22 en La Romareda ante el UCAM Murcia. Desde hoy, esa incertidumbre parece difuminarse y todo indica que sí será posible que Milla pueda tener al charrúa en el eje de su defensa desde la primera cita oficial del curso.

Esta semana ha de ser la de la readaptación progresiva a los esfuerzos y los gestos habituales del fútbol. Por ello, es prácticamente seguro que Marcelo Silva no jugará en las próximas horas ante el Ebro (amistoso en La Romareda este martes) y muy improbable que se cuente con él en el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra que se disputará ante el Eibar el sábado, de nuevo en La Romareda. El sentido común sugiere que Silva no juegue precisamente hasta el debut liguero frente al novato UCAM Murcia.