Irureta cae de pie

Xabi Irureta, el portero del Real Zaragoza que ha llegado desde Eibar para tomar los galones de titular en la temporada que está próxima a empezar, ha comenzado con el buen pie que todos los nuevos sueñan cuando aterrizan en un nuevo club. El vizcaíno, de 30 años, se erigió el sábado por la noche en Vitoria en el principal autor del triunfo zaragocista en la alocada tanda de penaltis que decidió el ganador del trofeo Virgen Blanca, tras haber empatado a cero ante el Alavés. Pura anécdota, pero Irureta paró cuatro penaltis. Algo inusual. La mitad de los que le tiraron (ambos equipos patearon ocho penaltis hasta que el Zaragoza logró ganar 4-3 en una serie llena de errores en los lanzadores).

Esta es la parte llamativa, la vistosa, el adorno de una irrelevante tanda de penaltis en una tarde de verano. Que también cuenta. Pero lo más importante, en el caso de Irureta, es la apreciación de sus características, de su positiva mezcla con el modo de defender del equipo, de su carácter bajo palos y de su experiencia cuando sale y manda a la zaga. Si además, como sucede, el balance momentáneo de los amistosos dice que no ha encajado ni un solo gol desde que viste el escudo zaragocista en el pecho, puede afirmarse que el fichaje de Irureta es, por ahora, una de las cuestiones que mejor están saliendo desde el principio.

Irureta analiza sus primeros días como zaragocista tras este curioso éxito personal en el campo vitoriano de Olaranbe. "Parar cuatro penaltis en una tanda tiene algo de fortuna. Pero es verdad que me sentí a gusto. Fue una tanda loca por los fallos tanto nuestros como de ellos. Al final, da gusto tener acierto y hacer ganar al equipo", indica sobre ese buen tino que manifestó bajo palos en los lanzamientos de los alavesistas Manu García, Édgar, Alexis y Sobrino. En su ya larga carrera como portero, con siete años de profesional en el Eibar, la faceta de parar penaltis ha sido dispar. "Ha ido por momentos. Hubo rachas en las que paré con asiduidad y en otras no. No creo que sea uno de mis fuertes, pero siempre viene bien un hecho así para coger confianza. Cuando llegue el momento de parar el primer penalti en competición, espero estar igual de acertado", explica el arquero vasco.

Hay una característica de su juego que está llamando poderosamente la atención: Irureta cubre prácticamente toda el área con su posicionamiento, tanto con el pie como en las salidas a los balones por alto. Saca muy buen provecho al privilegio de los porteros de poder jugar con las manos en ese tramo crucial del campo. "Ése sí es uno de mis puntos fuertes, a pesar de no tener una gran estatura (mide 1,80). Me siento muy cómodo moviéndome en el área y domino bastante los balones cuando llegan por arriba", admite con orgullo. Además, Irureta es un guardameta que no para de hablar y gritar a sus defensas. Está durante los 90 minutos dando consignas a sus cuatro compañeros de delante. "Dialogo mucho sobre todo con los centrales, creo que entre un portero y sus dos centrales tiene que haber mucha comunicación. Me gusta hablarles por dos cosas: una, porque eso me hace a mí estar siempre activado en el juego, y otra, porque a ellos les viene bien tener una buena información en cada balón que llega a su zona. Es una manera de establecer una unión fuerte y una compenetración entre el portero y sus defensas", razona el cancerbero de Berriatúa.

Xabi Irureta, tipo extrovertido, describe así sus primeras sensaciones en el vestuario zaragocista. "Tenemos todos muy buen rollito. Se ve que somos un grupo bueno y todo marcha muy bien. Para mí, gracias a los demás, me está resultando muy fácil aclimatarme a la nueva situación tras tantos años en el Eibar", apostilla respecto de su reciente incorporación al Real Zaragoza.

En el equipo no se quiere supravalorar el dato que indica que el Real Zaragoza aún no ha encajado un solo gol en su pretemporada (matizando que tres de los cinco partidos han sido contra equipos no profesionales)."Creo que nos estamos armando muy bien defensivamente, el trabajo de contención está siendo bueno en estos primeros momentos de pretemporada. A ver si somos capaces de enlazar más arriba porque, si seguimos tan bien en la defensa, llegarán los goles y las victorias. No le damos importancia a lo de no encajar. Eso habrá que lograrlo cuando los partidos sean ya de competición, ahí sí será importante. Ahora no", concluye Irureta.