La entidad zaragocista ha decidido cambiar el escenario anunciado previamente, que era la Ciudad Deportiva, para evitar problemas de aforo y sus derivaciones posteriores dada la escasa capacidad del campo principal de las instalaciones de la carretera de Valencia. La entrada será gratuita para los abonados de ambos clubes y se abrirán, en principio, las puertas de la Tribuna principal.

Disputar el partido en la Ciudad Deportiva podría haber acarreado problemas de limitación de entrada de público por cuestiones de seguridad. Fue algo que ya sucedió el año pasado en las horas previas al choque amistoso entre el Osasuna y el Real Zaragoza, que se había datado en el Tajonar, la ciudad deportiva osasunista.

Entonces, el jefe de seguridad de Pamplona instó al club pamplonés a buscar una alternativa ya que los socios rojillos tenían derecho a asistir al evento sin pasar por taquilla y existía el riesgo de exceder enseguida la presencia de público en las gradas, con las dificultades de orden público que hubiese generado prohibir el acceso al recinto a partir de determinado momento, cuando ya estuvieran cubiertas todas las butacas. Aquel partido se trasladó in extremis a la localidad de Lerín (Navarra).

El Real Zaragoza ha valorado esta cuestión y, definitivamente ha optado por llevar el choque amistoso al estadio municipal, dado que jugar en el campo del Ebro no es posible al tratarse de césped artificial, superficie sobre la que no juegan los equipos del fútbol profesional.

También se tanteó la posibilidad de trasladar el ensayo a algún pueblo de la provincia, tal y como ya sucedió el verano pasado, donde este Real Zaragoza-Ebro se jugó en La Almunia de Doña Godina. Al final, será La Romareda la sede del mismo, cuatro días antes de la disputa del Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra ante el Eibar, de Primera División (se jugará el sábado 13).