En la tarde de este jueves, previa al primer partido del verano ante un rival ajeno a la propia plantilla zaragocista (el viernes a las 19.00 ante el Boltaña), Luis Milla ha impartido las primeras bases tácticas sobre el césped a la plantilla de la que dispone en estos momentos. Han sido 90 minutos de lección intensiva sobre movimientos, disposición en el campo y permutas posicionales en virtud de si el equipo ataca o está en posición defensiva. Algo que los jugadores deberán aplicar ya ante el Boltaña, equipo de Primera Regional, en el bolo de estreno dentro de escasas horas.

Los futbolistas del Real Zaragoza ya saben que MIlla les pide un punto de partida en la pizarra que se ajusta al 4-2-3-1 en fase defensiva o de inicio del juego desde atrás y se convierte en un 4-1-4-1 cuando el bloque se traslada a los mecanismos de ataque o afronta balones parados hacia la meta contraria. Sobre este boceto, el nuevo entrenador aragonés ha dividido a la plantilla en dos equipos bien definidos, que han practicado a solas los pasos principales, uno detrás de otro bajo la batuta del turolense, y después se han enfrentado en campo reducido para poner en marcha los primeros aprendizajes a bote pronto.

En un equipo, la defensa la componían Fran, Marcelo Silva, Cabrera y Casado; el pivote central era Wilk; los cuatro medios volantes y basculantes, Xumetra, Alex Barrera, Javi Ros y Cani; y el delantero, Dongou.

En el otro, la zaga era la formada por Isaac, Subías, NIeto y Rico; el medio centro, Zapater; los cuatro de segunda línea, Suárez, Morán, Diamanka y Pombo; y el ariete, Ángel. A lo largo de los ejercicios, los dos sobrantes, Buenacasa y Andrés Barrera, han sustituido a Suárez y Pombo (Zalaya ha estado al margen al no remitir sus ampollas en un pie).

Desde esta tarde de jueves, ya se tiene una idea básica de cómo quiere jugar Milla en el Real Zaragoza actual. Los defensas, principalmente han de defender. Si un lateral se desdobla al ataque, el otro ha de permanecer atrás. Al pivote central se le debe unir un volante (Javi Ros era en el primer equipo, Morán en el segundo) cuando se pierde la posesión de la pelota para reforzar la zona central de contención y taponar líneas de pase del contrario. Y, hacia arriba, los cuatro hombres de media punta (la segunda línea) están en la obligación de llegar al área cuando se culminan las combinaciones en busca del delantero.

Son unas primeras tesis tácticas que los jugadores han de ir interpretando poco a poco en los amistosos de verano que van a dar comienzo ya. A falta de un mes exacto para empezar la liga ante el UCAM Murcia, aunque todavía falten varios refuerzos por venir y la plantilla aún esté lejos de estar cerrada, es hora de empezar a tomar rostro y ademanes tácticos dentro del grupo. Milla ha sacado su librillo por primera vez.