-¿Cómo está lo de Popa? –Vamos a intentar cerrarlo ya. Pregunta de un aficionado a Narciso Juliá a la salida de La Romareda tras la presentación de Marcelo Silva y respuesta del director deportivo del Real Zaragoza con la amabilidad que siempre muestra ante los seguidores que acuden a saludarlo o, en este caso, interpelarlo por uno de los fichajes que está hirviendo desde hace una semana, el del central rumano del Inter de Milan de 19 años.

Es la imprevista incertidumbre que está causando el alargue de unas negociaciones que hace siete días parecían cerradas y que, a estas alturas de la semana siguiente, aún no han rematado positivamente. Popa es un emergente central que juega en el equipo Primavera del Inter (el filial) y que fue ofrecido al Real Zaragoza, encontrando receptividad en el área deportiva del club aragonés. En Italia enseguida trascendió una operación de préstamo que se dio incluso por prácticamente hecha. El Inter aplazó su firma el pasado viernes por cuestiones internas y dejó pasar en blanco el fin de semana.

Se dijo entonces que el lunes o el martes –todo lo más tardar, el miércoles-, se rubricaría el acuerdo de cesión de Popa al Real Zaragoza. Los acontecimientos están poniendo en evidencia que lo que parecía sencillo se ha complicado por alguna cuestión no explicitada por las partes. Y que se va a llegar al límite del marco temporal anunciado en el mejor de los casos.

En el seno del Real Zaragoza, como Juliá dijo en esa frase afable a los aficionados a la salida del estadio tras presentar a Marcelo Silva, la confianza en que Popa sea un nuevo fichaje para el eje de la defensa sigue firme. El paso de las horas de este miércoles dirá si eso va a ser así o si, por el contrario, este caso acaba descarrilando.