Primeros minutos de fútbol en La Romareda

Wilk anota el primer gol de la pretemporada en un partido de ensayo entre los jugadores de la actual plantilla.

Un momento del partido jugado en La Romareda este sábado entre dos equipos del Real Zaragoza.
Un momento del partido jugado en La Romareda este sábado entre dos equipos del Real Zaragoza.
Oliver Duch

Volvió el fútbol a La Romareda a modo de aperitivo en el arranque de la nueva pretemporada. Fue un brindis del nuevo Real Zaragoza a su afición, ávida de señales positivas tras el fiasco del último año. Más de 1.500 seguidores se dieron cita en el estadio para ver los primeros detalles del equipo que dirige Luis Milla y que aún está en plena fase de regeneración. Han venido seis caras nuevas, pero todavía faltan muchos movimientos de salida y entrada hasta dejar cuajado el nuevo rostro del plantel para la temporada 2016-17 que arrancará en agosto.


Dominaron los azules pero ganaron los amarillos. Milla ya tiene algo que anotar: la posesión no es garantía de éxito. Fueron dos tiempos de 30 minutos, apenas una hora de juego real. El fondo físico no da para más por ahora. Eso sí, con árbitro y linieres de verdad, el aragonés Baiges Dones que se estrenará este año en Segunda B. Wilk tuvo el honor de marcar el único tanto del ensayo, recién empezada la segunda mitad. Pura anécdota.


En el primer periodo, todo el juego ofensivo lo llevaron los azules. Dos goles falló Ángel y otros dos Diamanka. Todos claros. El ariete canario en un mano a mano que remató fuera y en un chut flojo a las manos de Whalley en el punto de penalti. El senegalés, que está a punto de irse al Almería, en otros dos remates francos que no encontraron las redes cuando era lo más sencillo.


De los amarillos, en esa primera fase, apenas hubo detalles en ataque. Lo mejor en sus filas fue la presencia de un hipermotivado Zapater. Mandando en la línea media y bajando a recibir al eje de la defensa, mandando, hablando, dirigiendo a sus colegas y recibiendo una salva de aplausos tras un corte providencial en una acción de riesgo que resolvió sacando la pelota jugada con poderío.


Tras el breve descanso, el equipo gualda mejoró notablemente. Xumetra, rápido en varias acciones aunque sin culminar bien ninguna, marró la primera ocasión ante Manu Herrera, que le sacó el gol con las dos manos cara a cara. Y, seguidamente, llegó el 0-1. Wilk fusiló a bocajarro una dejada del juvenil Ballarín dentro del área, en una buena acción colectiva de pases rápidos y precisos desde la media.


Como si se tratase de un partido serio, los azules buscaron una reacción final en pos del empate. Les podía ese punto de orgullo que siempre se pide a cualquier equipo, a cualquier futbolista implicado. Y en la recta final del choque fallaron –como toda la mañana- dos tantos cantados. Primero fue Alex Barrera, en el 56, el que culminó con un disparo seco en el punto de penalti una gran jugada del lateral zurdo Casado. El pase de la muerte de éste acabó con el chut del asturiano para que Alcolea se luciera en una parada felina. Y un minuto después, para redondear su mala mañana de puntería, Ángel volvió a errar solo ante el portero zaragozano tras un excelente pase al hueco de Diamanka que lo dejó solo ante él.


En el segundo tiempo, la ovación más sonora fue dedicada a Cani. El de La Paz diseñó un regate mágico ante Isaac en la recepción de un balón en la banda, junto a los banquillos, donde hace una docena de años debutó haciéndole un caño descarado al barcelonista Reiziger. Se quitó de encima al lateral gaditano con un recorte de esgrima, con un pase vaquillero de amago falso que le dejó el balón en el pie y al defensor fuera de órbita. La grada se frotó los ojos antes de romper a aplaudir como en los viejos tiempos.


Falta un mundo para poder emitir juicios. Lo de este sábado 16 de julio en La Romareda ha sido un sorbo de ilusión renovada por volver a ver fútbol, sin ningún tipo de profundidad relevante. Pero, al menos, los más madrugadores de la hinchada zaragocista ya han visto sobre la hierba de La Romareda a Luis Milla desde el banquillo. Han podido ver pegarle al balón de nuevo a Zapater y Cani. Han conocido a Xumetra, a Alex Barrera, a Casado, a Fran… Tiene buena pinta el juvenil Subías, un central con perfil vallejista aún en edad juvenil, como sus colegas de apoyo al primer equipo en estos días de estreno estival Arnau, Álvarez, Ballarín, Soro y Carrasco.


Sesenta minutos de fútbol han sobrado para matar el hambre, de momento, de los más acérrimos seguidores del Real Zaragoza. Un buen detalle del club entre su política inicial de llevar a cabo todos los entrenamientos a puerta cerrada. Ahora, a partir del lunes y durante nueve días, el trabajo se traslada a Boltaña (Huesca). A la espera de nuevos fichajes y, asimismo, de nuevas salidas. Quién sabe si jugadores como Diamanka, Manu Herrera, Suárez, Alcolea, Whalley… han jugado en el estadio municipal por última vez. Unos, por largo tiempo. Otros, para volver si su progresión es la adecuada.

Ficha técnica

Equipo azul: Ratón (Manu Herrera, 31); Fran, Arnau, Cabrera, Casado; Morán, Diamanka, Alex Barrera; Súarez (Soro, 45), Cani; y Ángel. Equipo amarillo: Whalley (Alcolea, 31); Isaac, Subías, Álvarez, Rico; Wilk, Zapater (Carrasco, 45), Javi Ros; Xumetra, Villalba; y Dongou. Árbitro: Baiges Dones, del Comité Aragonés, que acaba de ascender a Segunda B. Goles: 0-1, min. 40: Wilk. Incidencias: Mañana soleada, con 24 grados y sin viento. Alrededor de 1.500 seguidores zaragocistas en la tribuna principal del estadio de La Romareda en un ensayo a puerta abierta. Se jugaron dos tiempos de 30 minutos cada uno.

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