Paco Montañés, otro regreso camino de consumarse

El extremo zurdo, que ha jugado las dos últimas campañas en el Espanyol en Primera, puede volver dos años después al Zaragoza y sumarse a la causa de regenerar el vestuario.

Paco Montañés, en una de sus habituales cabalgadas por la banda izquierda del ataque zaragocista.
Paco Montañés, otro regreso camino de consumarse
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Paco Montañés está a punto de ser el segundo fichaje del Real Zaragoza tras el celebrado retorno de Alberto Zapater al primer equipo aragonés. El extremo zurdo castellonense, de 29 años, que ya jugó en el club zaragozano dos temporadas (entre 2012 y 2014), ha sido tanteado por el área deportiva del Real Zaragoza en las últimas horas ante la certeza de que el Espanyol de Barcelona, club al que lo traspasó en su día el Real Zaragoza, ya le ha comunicado que no cuenta con sus servicios pese a tener contrato en vigor con la entidad periquita hasta 2018. Y la receptividad de Montañés con el mensaje de los dirigentes zaragocistas ha sido positiva, lo que puede desembocar en su vuelta a La Romareda en un tiempo breve si todo transcurre por los caminos previstos.


Montañés es uno de los descartes del nuevo técnico españolista, Quique Sánchez Flores, que llega al equipo barcelonés con la misión de llevar al Espanyol a los puestos de cabeza de la Liga española y sacarlo de la atonía de los últimos años. Por ello, quiere renovar la caseta de Cornellá-El Prat de manera sobresaliente y jugadores como Salva Sevilla, Ciani, Fuentes y el citado Montañés, todos con compromisos contractuales activados, han sido instados a buscar destino con todas las facilidades por parte de la entidad catalana para que así sea cuanto antes. Es decir, que el Real Zaragoza no tendría que pagar ni un euro en concepto de traspaso ya que la rescisión del jugador con el Espanyol transcurre por el camino amistoso y gratuito para el siguiente club receptor del futbolista.


En las últimas fechas, varios equipos entraron en conversaciones con los agentes de Montañés para interesarse por su futuro. Clubes de Primera División barajan su incorporación: los tres recién ascendidos Alavés, Leganés y Osasuna; y, además, Las Palmas y Eibar. Asimismo, el Getafe, recién descendido a Segunda, se ha sumado a la lista de pretendientes. El Real Zaragoza, ante semejante lío en el escaparate por Montañés, ha jugado la baza del conocimiento del club que tiene el jugador, que tuvo un paso por Zaragoza en el que, por encima del descenso y del fiasco de la primera temporada en Segunda (ambos años aún bajo el halo del agapitismo terminal), él se sintió a gusto y reconocido por su esfuerzo e implicación con el club y, en sentido contrario, su imagen quedó enmarcada en términos de máxima honradez y seriedad dentro del vestuario.


Si todo concluye según se ha encarado en las últimas horas, Paco Montañés puede ser el protagonista de una nueva repesca de exzaragocistas por el mundo. En este último año, en el Espanyol, el extremo de Castellón de la Plana apenas ha jugado. Su participación se limitó a siete partidos con la exigua cifra de 272 minutos sobre el césped. Solo fue titular y jugó los 90 minutos en la 1ª jornada, ante el Getafe. De eso hace 10 meses. Desde el 17 de enero, también ante los getafenses en el inicio de la segunda vuelta, Montañés no se viste de corto. Hace ya cinco meses. Necesita minutos, está hambriento de balón. Y, por ello, requiere de un equipo donde vaya a ser importante, donde tenga un papel relevante y significado dentro del grupo. Ahí, el Zaragoza cuenta con ventajas respecto de las demás novias de Montañés.


Antes de este año casi en blanco, en su primera campaña como españolista, Montañés jugó 25 partidos y marcó un gol en su estreno como periquito. Fue un curso notable. Atrás quedaba su paso por el Zaragoza, de entrada en Primera División, el año del descenso con Manolo Jiménez, en el que disputó 38 partidos (todos los de la Liga) y marcó 5 goles; y, después, en Segunda, con Paco Herrera y Víctor Muñoz, bajo el mando de García Pitarch cuando ya Agapito estaba en un tercer plano, campaña en la que Montañés fue de los pocos que salvó el tipo en una segunda vuelta nefasta, terminando con 36 partidos jugados, 4 goles anotados y 8 asistencias a sus compañeros.


Al Real Zaragoza había venido desde el Alcorcón, donde llamó la atención su verticalidad y su facilidad para generar jugadas de gol y anotarlos. En la temporada previa a fichar por el Zaragoza, Montañés jugó 42 partidos con los amarillos y marcó 9 tantos, quedándose a las puertas del ascenso en la promoción. El año anterior, su marca fue de 37 partidos y 7 dianas.

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