Lluís Carreras ha hecho girar buena parte de su rueda de prensa previa al definitivo partido liguero de Palamós ante el Llagostera alrededor de cuestiones anímicas. Es el aspecto que predomina en la antesala de este choque que tiene valor de final para el Real Zaragoza, que debe ganar para asegurar la 4ª posición en la tabla y jugar la promoción de ascenso en las mejores condiciones posibles. Por encima incluso de lo puramente futbolístico o táctico. "Yo espero que sepamos gestionar la presión. Sabemos que tenemos que mejorar los inicios de los partidos y, en general, el global de los 90 minutos. Ya lo avisé hace algunas semanas. Son partidos importantes y debemos hacerlo", ha subrayado al respecto.

Carreras ha definido así el ambiente que se respira en el vestuario horas antes de acometer la conclusión de la liga con tanta responsabilidad por delante. "Hay un poco de todo, pero es una calma tensa. Los jugadores están más o menos relajados, predispuestos al trabajo. Luego, los partidos te ofrecen diferentes circunstancias para las que debes estar preparado. Este periodo de prepartido es muy importante porque es donde vemos las cosas que nos pueden pasar, es el momento de preverlas. De todos modos, más que este ambiente previo, lo más importante es lo que suceda en el partido y cómo reaccionemos durante los 90 minutos de juego", ha explicado el técnico catalán.

El partido en el estadio Palamós-Costa Brava va a jugarse con muy poco público en sus pequeñas gradas. No va a ener un envoltorio habitual, ni en Segunda División, ni en un partido de tanta trascendencia. Aficionados locales, tras consumarse el descenso a Segunda B, van a acudir pocos, muchos menos de los ya escasos que han acostumbrado a seguir a los gerundenses (entre 1.000 y 2.500 durante esta campaña). Desde tierras aragonesas, tampoco va a llevarse a cabo un desplazamiento masivo como los anteriores a Soria o Huesca (no más de 500 o 600 en el mejor de los casos). A Carreras, este aspecto ambiental no le causa demasiados problemas a priori. "No me preocupa. Lo único importante es que el jugador se sepa aislar de lo que pasa fuera, haya mucha o poca gente. Igual en estas circunstancias o cuando vamos a campos como Pamplona,por ejemplo, donde el ambiente es de Primera División" ha concluido.