El Huesca empata con nueve jugadores al Real Zaragoza

Samu Saiz equilibró el tanto inicial de Dongou con Machis expulsado y e Íñigo López lesionado fuera del campo. Los zaragocistas pierden opciones incluso para poder jugar la promoción.

SD Huesca - Real Zaragoza
SD Huesca - Real Zaragoza
Rafael Gobantes

Impresionante derroche de casta de la SD Huesca y sorprendente actitud de indolencia del Real Zaragoza en la segunda parte del partido de El Alcoraz. Los oscenses, con un hombre menos desde que Machís fue expulsado en el minuto 44 por doble amarilla, superaron a base de coraje a los de Carreras y, como detalle paradigmático del mérito de los azulgranas y del desastroso hacer de los blanquillos, lograron empatar el partido en un tramo donde jugaban con nueve jugadores al estar fuera del campo Íñigo López por lesión. No hay más que decir. Este detalle lo define todo.


No tienen amarre lógico al que aferrarse los jugadores y técnico del Real Zaragoza en un partido tan crucial como el que dirimían en Huesca. Solo les servía la victoria y, además, la tenían en sus alforjas desde que Dongou hizo el 0-1 mediada la primera mitad. Afrontaban el segundo acto del partido en superioridad y con las hechuras de un partido que no amenazaba grandes problemas, visto el desarrollo de los primeros 45 minutos. Por ello, lo ocurrido después supone un chasco morrocotudo, un bajonazo moral que puede causar un estrepitoso fracaso en esta recta final de la liga.


El Huesca, que también se jugaba apuntalar la salvación, demostró carácter y bravura en unas circunstancias muy adversas y obtuvo un justo premio a su puesta en escena tras el descanso.


El Real Zaragoza comenzó con mando en el juego y ejecutó un buen primer cuarto de hora. El Huesca lo esperó atrás, expectante por ver por dónde rompía el argumento del partido. Morán y Dorca cortaban en la medular todos los balones de salida de los azulgranas y los dos hombres de banda, Lanzarote y Pedro, aprovecharon varias veces las espaldas de los laterales oscenses. De ese dominio surgieron dos ocasiones claras de gol que los zaragocistas desaprovecharon.


La primera, en el minuto 4, la desaprovechó Dongou tras un error de partida de Leo Franco en el manejo del balón con los pies. El ariete africano controló la pelota en la frontal, prefirió no penetrar más adentro y lanzó un chut flojo, raso, que el argentino detuvo sin problemas. La segunda opción llegó en el 12, tras un gran recorte de Lanzarote para irse de Cristian Fernández y Carlos David de un solo toque, pero el catalán no quiso lanzar a puerta y prefirió dar un pase atrás que no encontró rematador. Entremedias, el Huesca solo había llegado al área blanquilla una vez, con un disparo lejano de Luis Fernández que salió fuera por apenas un metro junto al palo derecho.


Apareció Fran Mérida en el timón del Huesca para dejar 10 minutos de contraste, del 15 al 25, en los que los locales fueron mejores. El Zaragoza sufrió por el lado de Isaac gracias a la verticalidad y rapidez de Machís, que provocó tres saques de esquina y dio un par de buenos centros que no tuvieron continuidad en el área. Mérida lanzó una falta en el minuto 20, con mucha intención, que Herrera debió sacar a saque de esquina en la misma escuadra. Y tres minutos después, un activo Luis Fernández repitió ensayo desde el borde del área, con un chut seco que salió fuera rozando el palo.


La sensación de equilibrio presidía el partido, sin demasiadas jugadas ligadas por ningún bando, cuando llegó el 0-1. El tanto, en el minuto 26, vino precedido, segundos antes, de una acción polémica tras un disparo de Camacho que dio en el brazo de Diamanka al borde del área zaragocista sin que el árbitro considerase falta punible por involuntariedad. En medio de las protestas, surgió un súbito contragolpe zaragocista llevado a cabo por Pedro, cuyo pase final al hueco dejó solo a Dongou delante de Franco prácticamente desde el medio campo. El joven camerunés, que estaba acompañado a su derecha por Lanzarote, apostó por la acción individual y colocó el balón a ras de suelo con precisión, superando al portero oscense y adelantando así al Real Zaragoza en el tanteador.


El duelo dio un giro desde ese momento. El Zaragoza trabajó más las cuestiones tácticas, intentó pausar la trama del juego y dormir la pelota. De ahí al descanso, solo amagó alguna llegada sin veneno al área azulgrana. Los oscenses probaron fortuna con Luis Fernández, pero primero cabeceó flojo un córner a las manos de Herrera y, al borde del intermedio, lanzó una falta con rosca que obligó al guardameta zaragocista a sacar a córner con ciertos apuros.


En la última jugada previa al intermedio, sucedió un detalle crucial para el resto del choque. Machís fue expulsado al ver la segunda amarilla por una entrada por detrás a Lanzarote, que le había desbordado y se iba hacia el área con peligro. Trujillo aplicó el reglamento y el venezolano dejó al Huesca con 10 hombres. Las quejas de Machís y el resto de compañeros giraron en un momento de monumental enfado alrededor de las faltas que Isaac le había hecho con anterioridad en varios lances del partido sin que el lateral blanquillo hubiera visto la tarjeta.


Y llegó el descanso. El punto donde el Real Zaragoza, injustificadamente, se rompió y perdió la brújula de muy mala manera. Todo apuntaba a un dominio zaragocista claro y a una postura a la desesperada de los de Anquela. Nada fue así. El técnico local le ganó la partida a Carreras de cabo a rabo. Metió enseguida al hábil y centelleante Samu Saiz en vez del apagado Camacho y ahí halló la solución. Desde que el balón comenzó a rodar ya se vio que el Huesca llevaba una velocidad más que el Zaragoza. Que sus jugadores querían y podían más que los apáticos blanquillos.


El balón merodeó el área de Herrera con peligro varias veces hasta que llegó el 1-1 con un derechazo preciso de Samu Saiz desde fuera del área que, tras golpear en el poste, entró en las redes zaragocistas. Quedaba media hora y aún tenía Carreras tiempo para salir de su bochorno. Metió en el campo a Jaime, rehabilitado siete meses y medio después de su grave lesión de rodilla, en el puesto del impreciso Pedro. Al tiempo, Ángel relevó a un desdibujado Diamanka para jugar con dos delanteros. Y, después, quitó a un torpe Abraham para, con Tarsi en la medular, cerrar solo con tres zagueros atrás. Salió mal el abordaje.


Nervios, precipitación y falta de tino en las cuatro claras ocasiones que, con un Huesca replegado a la fuerza, surgieron de esa locura zaragocista, más con el corazón que con la cabeza en todo momento. Ni Dongou, ni Guitián tras un córner, ni Jaime, ni Dorca ya en los estertores del partido, encontraron la portería de un calmado Leo Franco. El cuadro oscense todavía tendría tiempo de montar dos cabalgadas de Saiz que no acabaron en serio peligro por la soledad con la que las concluyó el jugador azulgrana.


Mientras el Zaragoza movía fichas hacia el ataque, Anquela fue apuntalando su retaguardia. Íñigo Ros entró por fuera por el lesionado López y el lateral Morillas relevó a Tyronne, agotado tras una paliza física tremenda. El Huesca, según fueron avanzando los minutos, creyó posible rascar este punto que le sabe a gloria y que se celebró en los graderíos como un triunfo. Moralmente, lo era. Enfrente, los zaragocistas murieron por inacción. Cabizbajos, derrotados pese a que el marcador era un empate, sintieron enseguida la sensación del fracaso en un partido donde no estuvieron a la altura que exigían las circunstancias.

Ficha Técnica


SD Huesca: Leo Franco; Nagore, Íñigo López (Íñigo Ros, 63), Carlos David, Cristian Fernández; Bambock; Fran Mérida, Camacho (Samu Saiz, 56); Tyronne (Morillas, 74), Machís; y Luis Fernández.


Real Zaragoza: Manu Herrera; Isaac, Guitián, Cabrera, Abraham (Tarsi, 81); Morán, Dorca, Diamanka (Ángel, 72); Lanzarote, Pedro (Jaime, 69); y Dongou.


Árbitro: Trujillo Suárez (Canario). Expulsó a Machís por doble amarilla (38 y 44). Amonestó a Abraham (32), Fran Mérida (68) e Isaac (80).


Goles: 0-1, min.26: Dongou. 1-1, min. 62: Samu Saiz.


Incidencias: Tarde agradable en El Alcoraz, con cielo nublado, algo de viento y 27 grados. Césped en buen estado. Los graderíos presentaron un aspecto de lleno sobre un aforo total de 5.300 asientos. Alrededor de 500 seguidores zaragocistas se desplazaron desde la capital aragonesa. En la tribuna, entre otros rostros conocidos, estuvieron el ex entrenador blanquillo Ranko Popovic y el ex jugador Ander Herrera. También el presidente de la Federación Aragonesa de Fútbol, Óscar Fle, en el palco junto a las dos directivas en pleno.

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