El Zaragoza iniciará el derbi de Huesca en 8ª posición

La victoria del Córdoba en Miranda, unida al triunfo del Alcorcón ante el Tenerife y al empate del Girona en Valladolid succionan a los blanquillos fuera de la promoción

Vértigo. Mareos. Histeria. Dentera. Ansiedad. Taquicardia. Cualquiera de estas sensaciones pueden entenderse como naturales o comprensibles dentro del zaragocismo en las horas previas al partido de Huesca este jueves (20.00). Todo derivado del hecho de que el Real Zaragoza juegue este partido de la 40ª jornada, alocada e injustificablemente colocada entre semana a estas alturas decisivas de la liga, en el vagón de cola del calendario de partidos.


El equipo de Carreras acabó 5º la última estación del torneo, la del fin de semana, tras su grave traspié en La Romareda ante el Nástic de Tarragona. Pero, mientras aguarda en capilla su turno para redondear la jornada en días laborables en El Alcoraz frente al otro equipo aragonés de la división, la SD Huesca, hasta tres de sus inmediatos perseguidores han sido capaces de adelantarlo en la clasificación de manera provisional. Cuando el árbitro canario Trujillo Suárez pite el inicio del partido en campo oscense, el Real Zaragoza será 8º.


Lo ha adelantado el Alcorcón, gracias a su triunfo por 2-1 el martes ante un pobre Tenerife, alcanzando los 61 puntos, uno más de los 60 en los que se clavó el Real Zaragoza el domingo pasado. También lo ha rebasado el Córdoba, que vapuleó a un lamentable Mirandés -qué bajonazo tan sorprendente el de los burgaleses- por 0-3 en Anduva, llegando igualmente a los 61 puntos. Y, asimismo, el Girona pasa por encima del Zaragoza tras su empate a cero en Valladolid. Con los mismo 60 puntos que los zaragocistas, los gerundenses están por encima por el diferencial goleador particular, el famoso 'golaverage' que ganaron los de Machín en aquel terrible partido del Zaragoza donde cayó 0-3 en La Romareda con todo el estrépito.


Los ocho partidos que ya se han jugado de esta 40ª jornada, en líneas generales, no han ayudado a los intereses zaragocistas. Además de los ya citados, donde ni Tenerife, ni Mirandés, ni Valladolid echaron una mano -al contrario, se mostraron incapaces ante los rivales directos de los aragoneses-, por arriba, la victoria del Nástic ante el Osasuna, 1-0 con otro golazo de Naranjo, pone en chino mandarín el ascenso directo, si es que todavía hay algún zaragocista que baraja esa vía para culminar la liga la semana que viene en la Costa Brava. Lo único positivo de este duelo directo es que los pamploneses quedan atascados con 61 puntos y los de Carreras están en disposición de volver a recuperarles la ventaja.


Por detrás, en clave de motivación y necesidades de los rivales a los que ha de enfrentarse el Real Zaragoza en estas tres jornadas, la cosa no salió mejor. La victoria del Mallorca por 2-1 frente al Elche pone a los baleares, en su frenética huida del descenso a Segunda B, a solo dos puntos del Huesca (46 tienen los mallorquines por 48 que posee el cuadro oscense antes del inicio del derbi ante los zaragocistas en su campo). Lo mismo ocurre con la Ponferradina, que ganó 2-1 al ya descendido Albacete con un gol dramático en el minuto 93. Los bercianos se ponen a rebufo de un Huesca que está obligado a ganar para evitar problemas mayores en las dos últimas fechas.  


En el otro duelo por la parte baja, el empate del Llagostera y el Almería en Palamós (0-0) provoca que los gerundenses, con 41 puntos, aún tengan a tiro al Almería (que marca la última plaza de descenso con 44, cuatro menos que el Huesca, rival inmediato del Zaragoza) y estén a cinco de la salvación. Es decir, aún no están muertos y todavía sueñan con llegar vivos al último día frente a los zaragocistas en su pequeño campo palamosense, hecho con el que Carreras y los suyos no cuentan desde hace tiempo.


En definitiva, que el único partido insustancial para las cábalas del Zaragoza fue el que el Numancia ganó 1-0 al Lugo. Los demás, por afección directa, indirecta o tangencial, han dejado gotas que manchan y abollan de alguna manera las combinaciones que puede tener por delante el equipo zaragozano para pelear por subir a Primera en breves días. 


El efecto visual, el verse 8º en la tabla, es el más doloroso, el que más daño hace a la mente zaragocista en la antesala del crucial choque de Huesca. Muestra la fragilidad de la puntuación que viene ostentando el Real Zaragoza hace días, que le ha sido suficiente mientras iba sumando para vivir en el mundo de las aspiraciones por todo pero que, en cuanto han llegado dos latigazos en forma de tropiezos, lo han succionado hacia abajo sin más remedio que recuperar imperiosamente la senda de los triunfos.


O ganan los de Carreras en Huesca o será casi un hecho llegar al último día ante el Llagostera sin depender de sí mismos. En esta Segunda División, eso sería la antesala de un drama. Así que los profesionales del vestuario zaragocista están en la obligación de asimilar todos estos 'inputs' en su mente y saber manejarlos convenientemente.


Y, si alguien pensó en un pasado reciente que la SD Huesca iba a estar prácticamente salvada de toda contingencia del descenso a Segunda B cuando recibiera al Real Zaragoza, el Mallorca, la Ponferradina y hasta el Almería se han encargado de avisar a los de Anquela de que aún les queda una parte importante de su faena por rematar. Perder ante el Zaragoza sería meterse en las arenas movedizas de nuevo para los altoaragoneses a falta de dos jornadas.

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