Diego Milito, el Príncipe, se despide del fútbol como un rey. El delantero recibió el pasado fin de semana un multitudinario homenaje en el campo del Racing de Avellaneda, el club en el que comenzó y va a acabar su carrera. Atrás queda su etapa en Europa, donde dejó una gran huella tanto en España como en Italia, etapa en la que logró ganar la Champions League con dos goles suyos en la final contra el Bayern de Múnich.

En Zaragoza, pese a que sus goles no llegaron a traducirse en títulos, el mayor de los Milito se ganó el cariño de la afición gracias a su gran olfato. Llegaba procedente del Genoa italiano con la difícil misión de reemplazar a otro de los grandes delanteros del club, David Villa, y lo acabó logrando. El argentino se convirtió en uno de los grandes goleadores del Real Zaragoza, con el que logró un subcampeonato de la Copa del Rey y uno de los episodios épicos de la historia reciente del conjunto blanquillo, sus cuatro goles en el 6-1 al Real Madrid en La Romareda.

Aquel día, Milito, junto a Ewerthon, su hermano Gabi, Ponzio, Zapater o Cani, colocó al Real Zaragoza en los telediarios de todo el mundo y allanó el paso hacia la final del torneo, que se acabó logrando pese al 4-0 de la vuelta el el Bernabéu. Antes de aquella eliminatoria de semifinales, el conjunto aragonés había superado al Atlético de Madrid y al Barça, aunque después de dejar atrás a los tres grandes no pudo poner la guinda del pastel ante el Espanyol en el partido definitivo.

Pero la influencia del delantero fue más allá de un simple partido, por muy histórico que fuera el resultado y muy importante el rival. En sus tres temporadas en el Real Zaragoza, Diego Militó marcó 61 goles y se convirtió en uno de los pocos jugadores que han superado los 20 en una sola liga con la elástica blanquilla. Tan solo 13 han rebasado esa barrera, considerada la consagración de todo gran goleador, y apenas media decena de zaragocistas lo han conseguido en Primera División. El último en hacerlo fue, precisamente, Diego Milito, quien se unió al selecto club formado por Joaquín Murillo (20 en la 1960-61), Seminario (25 en la 61-62), Pichi Alonso (20 en la 1979-80) y Milosevic, quien anotó 21 en la 1999-2000.

Máximos goleadores del Real Zaragoza en Primera División

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Tras la marcha de Diego Milito, tan solo dos jugadores han logrado superar la veintena, aunque ambos en Segunda División. En la 2008/09, su compañero de fatigas Ewerthon marcó 28, el récord absoluto de un delantero del Real Zaragoza, y el año pasado Borja Bastón anotó 23.

Esos 23 goles de Milito le sirvieron al equipo blanquillo para clasificarse para la UEFA y al argentino para luchar hasta el final de la liga por el pichichi -título que en el club aragonés solo ha logrado Seminario- con Van Nistelrooy y Kanouté, aunque finalmente fue el jugador holandés del Real Madrid quien ganó, con 25 tantos. La temporada siguiente, pese al descenso del equipo, el delantero marcó 15 goles, los últimos que lograría con la camiseta del Real Zaragoza.

Tras la caída al infierno de los aragoneses, Milito regresó al Genoa italiano, donde ya había jugado antes de su llegada a la capital aragonesa, y sus 24 tantos le catapultaron al Inter de Milán, equipo con el que lograría sus mayores logros: un título de Liga, dos Copas y una Supercopa de Italia y, sobre todo, el Mundial de Clubes y la Liga de Campeones, en la que marcó los dos goles de la final y se convirtió en el mejor jugador del torneo.

En su regreso a Argentina, Milito ya no ha logrado mantener sus estratosféricas cifras goleadoras, pero tampoco le ha hecho falta para que la afición del Racing de Avellaneda le haya despedido como a un auténtico héroe. Casi 50.000 personas abarrotaron el estadio para ver su último gol, de penalti, y hacer temblar la grada en el minuto 22, el número del ya exfutbolista.