Siete zaragocistas sobre el alambre de las cuatro amarillas

Rico, Cabrera, Abraham, Morán, Javi Ros, Diamanka e Hinestroza están advertidos de sanción, un ejercicio colectivo de funambulismo

Guitián, en el partido ante el Bilbao Athletic, ha sido el último zaragocista castigado por acumulación de cinco amarillas.
Guitián, en el partido ante el Bilbao Athletic, ha sido el último zaragocista castigado por acumulación de cinco amarillas.
Guillermo Mestre

Siete jugadores del Real Zaragoza están al borde del castigo por acumulación de cinco tarjetas amarillas en sus respectivos ciclos sancionadores. Son Rico, Cabrera, Abraham, Morán, Javi Ros, Diamanka e Hinestroza. Un numeroso pelotón de piezas importantes en el uso táctico de Lluís Carreras, tanto en la titularidad como en los recambios, que caminan en equilibrio sobre el abismo por los partidos sabiendo que pueden perderse el siguiente por cualquier acción o detalle que un árbitro, el de turno, considere amonestación.


Estaba asumido, cantado desde hace casi dos meses. Según iban pasando las jornadas desde finales de marzo, la cadencia con la que iban llegando los bloques de tarjetas amarillas dentro de la plantilla del Real Zaragoza amenazaba con abocar al equipo, en la recta final de la liga, a un ejercicio global de funambulismo como consecuencia de un masivo estado de advertencias de sanción por acumulación de tarjetas amarillas dentro del vestuario. Hace días que el grupo de apercibidos no baja de seis cada partido.


El día del Alcorcón, el árbitro andaluz Munuera Montero estuvo certero en sus tarjetazos y clavó tres de las cuatro amarillas de ese día en los inquilinos del vagón de advertidos de suspensión: Dorca, Lanzarote y Culio. Los tres iban a ser ausencias en Ponferrada. Un destrozo. Menos mal que las imágenes de televisión permitieron demostrar a los comités que la de Dorca era fruto de un error y le fue anulada. Un mal menor que solo fueran dos las ausencias. Eso sí, el catalán solo tardó un partido en caer en el cepo de la quinta. Se la mostró Ais Reig en El Toralín y Dorca no pudo jugar por esta epidemia de castigos disciplinarios ante el Bilbao Athletic. Ese día, en la cadeneta nociva que va a acompañar, a modo de amenaza constante, al Real Zaragoza en todo lo que resta de competición, fue Guitián el que fue objeto de esta pena. El central cántabro se perdió por lo tanto el partido último en Soria.


Ahora llega la recta final de la liga. Cuatro partidos en dos semanas, tres de ellos en solo siete días. Los definitivos. Los del desenlace. Y este hándicap de las tarjetas es una incógnita por despejarse en la medida en que puede ser uno de los factores perniciosos capaz de dañar el discurrir de la competición en los últimos duelos del Real Zaragoza. Además de estos siete que ya están en capilla, por detrás hay otro grupeto de futbolistas blanquillos con tres amarillas que pueden añadirse en cualquier instante a ellos: Ángel, Pedro, Isaac y el lesionado Vallejo. Este mal parece que estará vigente hasta el último día.


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