El Leganés-Huesca, llave maestra del ascenso

Un triunfo altoaragonés este sábado en Butarque provocaría una carambola a varias bandas con efectos favorables para el Real Zaragoza

Imagen del partido Real Zaragoza-SD Huesca de la primera vuelta en La Romareda, duelo que se jugará en El Alcoraz en la próxima jornada, la 40ª, el jueves día 26.
Imagen del partido Real Zaragoza-SD Huesca de la primera vuelta en La Romareda, duelo que se jugará en El Alcoraz en la próxima jornada, la 40ª, el jueves día 26.
Aránzazu Navarro

El partido Leganés-Huesca, que se está disputando como cierre del primer tramo de la 39ª jornada de Segunda División, presenta las características exactas de una llave maestra para que el ascenso del Real Zaragoza a Primera pueda hacerse realidad dentro de dos semanas. Es un choque ajeno, fuera de los mandos de control del club zaragozano, pero tiene en su disputa elementos que podrían ser enormemente beneficiosos para los intereses blanquillos que, sabido es, además de sus cuatro triunfos en los cuatro partidos finales de la liga, necesitan también de sendos traspiés bien del Alavés, o bien del citado Leganés, ambos colíderes ahora destacados con cinco puntos de ventaja sobre los zaragocistas.


El Real Zaragoza vivirá esta noche sabatina este duelo con el ansia de ver ganar al Huesca. Ése es el resultado que desataría el remolino positivo alrededor del cuadro de La Romareda. Por un lado, la consecuencia más relevante, supondría una derrota del Leganés, condición indispensable para poder recortarle de aquí al final del torneo esos cinco puntos que tiene de colchón: es necesario que Leganés o Alavés caigan derrotados en un choque de los que faltan por jugarse y, como mínimo, que empaten otro; solo pueden salir ganadores en dos de las cuatro últimas jornadas.


Por otra parte, significaría que el equipo oscense, que está inmerso en la dura y delicada pelea por la salvación del descenso a Segunda B, con estos tres puntos, casi consolidaría su permanencia en la categoría de plata: de los 45 que ahora tienen, se irían a los 48. A expensas de lo que hiciera el domingo por la noche el Almería ante el Oviedo -los andaluces marcan la última cota del fracaso con 40 puntos-, la faena para el Huesca quedaría prácticamente a tiro de piedra. Este detalle incidiría directamente en el grado de incandescencia del siguiente duelo que afecta al Real Zaragoza y que, el próximo jueves, lo enfrentará precisamente a los oscenses en El Alcoraz. Sería bien distinto el envoltorio de dramatismo, histeria y ansiedad con el Huesca casi salvado que con los azulgranas atrapados de lleno en las arenas movedizas de la cola de la clasificación.


Es un test, este Leganés-Huesca, del que el Real Zaragoza puede extraer buenos réditos, tanto en términos tangibles si se lleva a efecto el frenazo a la puntuación de los madrileños, como en el terreno anímico y moral, al observar que uno de los rivales de delante pincha y que, el otro, que es el próximo adversario, llega al final del curso con los deberes prácticamente hechos y con la habitual tendencia a rebajar la tensión cuando, tras muchos meses de padecimientos y dudas, se alcanza la meta. Sin duda, lo que ocurra en Butarque, sobre todo si es para bien, será un aliciente extraordinario en el talante de los zaragocistas en esta recta final del campeonato.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión